5 pueblos de la Sierra del Rincón

En el extremo norte de la provincia de Madrid se encuentra una de las zonas más desconocidas de la comunidad, y, por ello, vamos a intentar ponerle remedio. Son 90 kilómetros los que separan la Sierra del Rincón del centro de Madrid. Un puñado de kilómetros que recorrer, para disfrutar de sus pueblos y que, indudablemente, merece la pena.

Y es que la Sierra del Rincón es un paraje increíble, donde hayas y robles con cientos de años forman un paisaje único con un alto valor ecológico que le ha valido para formar parte de la Reserva de la Biosfera desde 2005. Sin duda, uno de sus atractivos es el Hayedo de Montejo.

Se suele conocer a esta zona montañosa como la Sierra Pobre debido a que durante la Edad Media los recursos eran bastante escasos, por lo que los habitantes de los pueblos eran gente muy humilde. A día de hoy, esta serranía es uno de los espacios más bonitos y salvajes que quedan en todo el territorio madrileño, y donde se esconden cinco preciosos pueblos con muchísimo encanto e ideales para desconectar.

A poca distancia de la capital podemos visitar algunos de ellos, así que, si te apetece dejar atrás el bullicio de la gran ciudad, ¡toma nota!

MONTEJO DE LA SIERRA

Algo que le ha dado mucha fama en lo últimos años a este precioso pueblo es su entorno natural, puesto que dentro de su término municipal podemos adentrarnos en el Hayedo de Montejo, un los bosques de hayas que, especialmente, durante el otoño, recibe miles de visitantes para contemplar las tonalidades amarillas, ocres, rojizas y anaranjadas que toma el conjunto de la masa forestal, ofreciendo un espectáculo único.

Eso sí, ten en cuenta que al ser un espacio protegido, incluido dentro del Patrimonio de la Humanidad, su acceso es restringido, por lo que tendrás que reservar plaza previamente para acceder a él y visitar esta maravilla de la naturaleza.

En el pueblo la arquitectura predominante son casitas bajas de piedra con tejados de pizarra donde el ambiente rural es palpable, donde el reloj parece ir más lento y se puede disfrutar de cada minuto.

En la Plaza Mayor podemos visitar la iglesia del Apóstol San Pedro, un precioso edificio religioso levantado entre los siglos XVI y XVIII en cuyo interior se pueden contemplar diversas pinturas renacentistas.

LA HIRUELA

Es la población de la Sierra del Rincón con el menor número de habitantes, pero no por ello su encanto es menor, sino, probablemente, todo lo contrario.

Está situado a los pies del Alto de Bañaderos, ofreciendo una espectacular vista sobre el valle que forma a su paso el río Jarama.

Pasear por sus callejones es una auténtica delicia, y es que la típica arquitectura junto con el entorno natural brinda una sensación de total calma para cualquier visitante, y, a pesar de no tener un núcleo muy grande también podemos encontrar algún que otro monumento, como la iglesia en honor a San Miguel Arcángel, o el Molino Harinero, el único con un proceso de molienda a la antigua usanza que sigue funcionando en toda la comunidad.

Este molino es uno de los puntos que se pueden visitar dentro de la Senda de los Oficios de la Vida un camino circular de poco más de una hora de recorrido donde también se representan otros oficios con lo que antiguamente la gente se ganaba la vida.

PRÁDENA DEL RINCÓN

Este pueblo se funde dentro del paisaje de montaña formando ambos una perfecta armonía que atrapa la atención del viajero en cada rincón.

También, en este caso, la arquitectura popular es lo común en sus calles, donde destaca el principal edificio: la iglesia de Santo Domingo de Silos, de estilo románico construida en el siglo XIII y donde la última restauración dejó al descubierto una antigua necrópolis.

Saliendo del casco urbano, a unos dos kilómetros, atravesando una senda (muy recomendada, incluso para los más pequeños) se llega hasta la Laguna de El Salmoral, rodeada de robles, álamos y abedules, ofreciendo un paisaje idílico.

HORCAJUELO DE LA SIERRA

A caballo entre Montejo de la Sierra y Prádena del Rincón asoma este pueblecito de algo más de 100 habitantes siendo la localidad que conserva más patrimonio histórico.

Su iglesia, dedicada a San Nicolás de Bari, es una joya del barroco datada en el siglo XVII, pero que, además, alberga en su interior una capilla aún más antigua, concretamente del siglo XV y de estilo gótico.

El Museo Etnológico, sobre una peculiar casa de formas redondeadas, es el lugar para las antiguas costumbres y tradiciones del pueblo, albergando ejemplos como trajes típicos o una fragua.

Junto al Arroyo Grande también encontramos la Ermita de Nuestra Señora de los Dolores, un punto desde el que parten muchas de las numerosas rutas que adentran en la naturaleza de la Sierra del Rincón.

PUEBLA DE LA SIERRA

El punto final de nuestro recorrido acaba en este pueblo en medio del valle del río Jarama y teniendo como eje central el Arroyo de la Puebla, atravesando el mismo.

Una de las cosas que primero llamarán tu atención son las esculturas, y, es que, desde el 2006 el pueblo cuenta con la Senda del Valle de los Sueños, con numerosas figuras colocadas a lo largo de sus calles que han sido cedidas por artistas locales.

Los lavaderos, a la entrada del pueblo, nos transportan a tiempos pasados, donde las mujeres se reunían para hacer la colada, mientras que si avanzamos por las calles, nos toparemos con la iglesia de la Purísima Concepción, erigida en el siglo XVII.

Si nos dirigimos hacia las afueras, una de las mejores maneras de hacerlo es recorriendo la Ruta de los Robles Centenarios, donde podrás adentrarte en un fantástico robledal que ofrece una estampa mágica.

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