Una ruta por los pueblos más bonitos de Mallorca

Mallorca es un perfecto lugar para hacer una ruta por sus pueblos con encanto. Te aseguramos que esta isla tiene muchos pueblos y muy bonitos esperándote con las puertas abiertas para que descubras la magia que en ellos se guarda. Además, cualquier época es buena para visitar Mallorca, y es que invita a viajar gracias a su tiempo, casi siempre cálido, además de una oferta turística muy amplia y variada.

Sin duda, Mallorca tiene algo especial y es que es la isla más poblada de las Baleares y, además, la segunda de España con más habitantes, tras Tenerife . Conocida hace años como la isla de la calma ha dejado paso a un turismo más playero.

13 millones de visitantes, la mayoría de origen alemán y británico, visitan cada verano esta isla y es que los pueblos que encontramos por sus calles te dejan sin palabras.

Capdepera

fotonen-FLICKR

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Este pueblo mallorquín y su ambiente medieval hace que sea uno de los más visitados, y es que, las vistas de su castillo, en la parte más alta, y los restos de su muralla hacen que sea un espacio ideal para conocer un trocito de Mallorca.

Capdepera se levanta sobre un impresionante acantilado desde el que verás el faro e incluso, en los días despejados se divisa Menorca. No puedes irte de aquí sin disfrutar de su mercado medieval.

Deià

John Mason-FLICKR

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Uno de esos pueblos que aún conservan la esencia bohemia es lo que vas a encontrar en Deià, que además se enclava entre el mar y la montaña, lo que le deja unos paisajes impresionantes para que puedas admirar.

Siempre ha sido uno de esos lugares en el que el arte es parte dominante, atrayendo por su esencia y su paisaje, a numerosos artistas que han encontrado aquí su inspiración. Uno de estos artistas es Robert Graves, un conocido escritor británico que, de hecho, está aquí enterrado.

Si te das un paseo por sus calles, te recomendamos que disfrutes de una jornada en uno de sus clubs de música en vivo.

Fornalutx

Andreas Trojak-FLICKR

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No podemos mencionar los pueblos más bonitos de Mallorca y no centrarnos en esta auténtica joya en la que pasear es una atracción para todos los sentidos.

En plena Sierra de Tramuntana nos encontramos con una población de callejuelas serpenteantes en piedra y casas cuyas fachadas se adornan con flores de colores. Un recorrido en el que el Mediterráneo se personifica, y además ofrece unas vistas impresionantes.

No dejes pasar la oportunidad de disfrutar de la gastronomía y conocer, en primera persona, la magia que encierran esas calles adoquinadas.

Alcudia

TCR-FLICKR

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Este pueblo de casi 20.000 habitantes está enmarcado en el Parque Natural de la Albufera, al norte de Mallorca. Es un Municipio Ecoturístico desde 1992 debido a su riqueza natural. Zona ocupada por reyes durante la Edad Media alberga numerosas murallas y castillos que visitar. Los podrás descubrir mediante una visita guiada en el tren turístico que parte del paseo marítimo y en el que encontrarás la playa más grande de las Baleares.

El municipio cuida a sus visitantes y es que en él es típico hacer la ruta de las tapas. En estas podrás elegir entre platos tradicionales como el frit mallorquín, lomo con champiñones, los caracoles, el tumbet… aunque si no te decides por uno podrás pedir un variat y acompañarlo de un buen vino de la comunidad. Además, cuando la temporada veraniega llega a su final, el Día del Turista se celebra en la Ciudad Blanca, junto al puerto, con actividades para toda la familia además de un mercadillo y actuaciones musicales.

Portocolom

Matías Téllez-FLICKR

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Aquí, el ambiente marinero se magnifica, disfrutando de un pueblo típicamente de pescadores en el que las casas, a pie de agua, dejan una estampa que es digna de postal.

Un refugio de pescadores que se considera uno de los pueblos más bonitos de Mallorca precisamente por esta esencia, y por elementos que lo componen como es el caso de su puerto natural, en el que puedes disfrutar de las vistas de los barcos, y el faro, uno de los más emblemáticos de la isla, haciendo de guía.

Sóller

Iñaki Pérez de Albéniz-FLICKR

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Sin duda alguna, este pueblo con ambiente marinero tenía que estar en nuestra lista de imprescindibles si quieres conocer los pueblos mallorquines más bonitos. Su historia, además, te va a sorprender.

Hasta los años 90, esta isla dentro de otra isla, estaba completamente incomunicada, pero tras la construcción del túnel, pudimos llegar hasta la joya que es Sóller, ubicado en el valle de los Naranjos y con un patrimonio cultural y arquitectónico que es espectacular.

Merece -y mucho- la pena acercarse hasta aquí y disfrutar de las vistas mientras paseas por sus calles, o te paras para disfrutar de la gastronomía.

Pollensa

Este municipio se ubica al norte de la isla, en la zona más septentrional y está considerado uno de los pueblos con más historia del Mediterráneo.

GanMed64 (Flickr)

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Vestigios fenicios, griegos, romanos y musulmanes, entre otros, se alzan a lo largo de sus calles. También ha sido un rincón especial para numerosos pintores que han ilustrado en sus cuadros el puerto marítimo o su puente romano que, aunque es de hace 2 siglos, recuerda a aquella época. Más antigua es la época a la que se remonta la zona conocida como El Calvario, llamada así por su parecido con Jerusalén.

Valldemossa

Iñaki Pérez de Albéniz-FLICKR

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A poco más de 15 kilómetros de Palma nos encontramos con el que muchos consideran, el pueblo más bonito de la Sierra de Tramuntana. Y cuando lo pises, entenderás porqué.

Sus calles nos devuelven a la época medieval, que se respira en cada callecita, siempre empedrada y con detalles florales en las fachadas. Su aroma a Mediterráneo y elementos imprescindibles como la Cartuja de Valldemossa, hacen de este pueblo una parada ineludible a la que no pudo resistirse ni el mismísimo Chopin, que encontró aquí toda la inspiración para crear alguna de sus obras.

Santanyí

Tommie Hansen-FLICKR

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La isla de Mallorca cuenta con pueblos tan bonitos como éste, en el que vas a poder disfrutar del sur de la isla en un ambiente en el que se mezclan naturaleza y patrimonio a la perfección.

Dar un paseo por sus calles es encontrarte con lugares como la Porta Murada, de acceso al pueblo, o su preciosa Plaza Mayor, sin olvidarnos de rincones con tanto encanto como la Casa Rectoral. Pero aquí no acaba la cosa, y es que este pueblo también cuenta con playas y calas como Caló des Moro o Es Caragol.

Banyalbufar

Robert Brands-FLICKR

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Este pequeño pueblo, de marcada tradición viñera, destaca por sus casitas de fachadas blancas y tejados apaisados. Al suroeste de la Sierra de Tramontana, alberga en su interior cuatro pequeñas montañas desde las que disfrutarás de unas vistas estupendas en sus miradores, utilizados antaño para avisar a la población de la llegada de piratas.

La Torre de Veguer, reconstruida, también tenía esta función. Asimismo, disfrutar de la costa desde el Café Bellavista no tiene precio.

Aunque es una localidad pequeña el turismo está muy desarrollado en un lugar donde numerosas son las rutas que puedes hacer. Entre estas destacan la de Sal Volta des General, una ruta que parte del pueblo y llega hasta la Playa del Port des Canoges no sin antes atravesar un bosque de pinos.

Artà

Martin Hesketh-FLICKR

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Este pueblo de Mallorca es uno de los menos conocidos y, precisamente por eso, su casi desconocido casco urbano tiene el encanto especial que necesitas para animarte a visitarlo.

Ubicado en la parte norte y sobre una montaña, las vistas al centro del pueblo son impresionantes, pudiendo divisar también el Monasterio de San Salvador, uno de sus recursos culturales indiscutibles. También podrás hacer un viaje al pasado en el poblado talayólico de ses Païses.

Para completar el viaje, puedes terminar de conocer el territorio bañado por el agua en las calas de Cala Torta o Na Clara.

Palma de Mallorca

bvi4092-FLICKR

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No se podría acabar este post sin hablar de la capital. La octava ciudad más grande de España, que cuenta con una notable población de origen extranjero y es que algo tiene esta ciudad que a todo el mundo le enamora. Si te dejas caer por ella durante tus vacaciones, comprobarás que el turismo, prioritariamente de sol y playa, está muy desarrollado y, por ello, coches de caballos y autobuses panorámicos recorren una ciudad en la que pararse en cualquier bar para disfrutar de un buen vino.

Modernista, Gótico y Judío son los estilos que se entremezclan entre los monumentos de una localidad en la que descubrirás la famosa Catedral de Palma, el Ayuntamiento, el Palacio de la Almudaina o los baños árabes además de la Sierra de Tramontana en cuyo interior se encuentra el Castillo de Bellver.

También te enamorarás de su casco histórico, construido a partir de un patio.

La Sierra de Tramontana os acompañará a lo largo de vuestro descubrimiento por una isla maravillosa tanto en el interior como en la costa con sus largas playas de aguas cristalinas. Un viaje para realizar con toda la familia y disfrutar de unos días relajados entre monumentos y una gastronomía que hará las delicias de vuestros estómagos.

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