Los 10 pueblos más chulos de la Costa Brava

Costas escarpadas, playas que enamoran, acantilados de infarto…la Costa Brava no podía haber escogido un nombre más acertado y es que, desde su inicio en Blanes hasta su terminación en la frontera con Francia, los más de 200 km que la recorren están llenos de paisajes que quitan el hipo.

Pero antes de la llegada del turismo de masas, los pueblos de la Costa Brava eran pequeñas aldeas de pescadores que llegaron a llamar la atención de artistas de la talla de Dalí o Picasso.

La mayoría de ellos aún hoy conservan el encanto de sus épocas doradas, ¿preparado para hacer un viaje al pasado? ¡Apunta que empezamos!

Tossa del Mar

Roman.petruniak_Flickr

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Empezamos nuestra ruta en Tossa del Mar, una villa que muchos consideran un auténtico museo en la calle, ¡y no es para menos! porque no hace falta pagar ninguna entrada para deleitarse con la belleza de su casco histórico, donde hay vestigios que datan de la época Prehistórica. Dominando el pueblo, sobresale el Castillo de Tossa del Mar, la única fortaleza medieval de la costa catalana que ha llegado hasta nuestros días.

Playa de Aro

Jqmj-Queralt_Flickr

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De la cultura y el arte nos trasladamos al turismo de sol y playa, pero nada aguas turbias llenas de algas y bolsas de plástico, si por algo se caracterizan las playas de esta zona, es por el aspecto cristalino y azulado de sus aguas. Ante semejante paisaje, no se necesita mucho más para ser feliz.

Calella de Palafrugell

Jorge Franganillo_Flickr

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Si existe algún lugar donde sea posible vivir la verdadera esencia de Cuba sin salir de nuestro país, sin lugar a dudas ese lugar es Calella de Palafrugell. Desde los años 60, este pueblo celebra cada año el Recital de Habaneras, donde los cubanos y españoles se unen para cantar canciones caribeñas traídas por los marineros desde las tierras lejanas en el siglo XIX.

Lloret de Mar

Albert Torelló_Flickr

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Si por algo se conoce a Lloret de Mar es por su animada vida nocturna, donde las fiestas se prolongan hasta el amanecer. Pero este municipio catalán tiene también un rico patrimonio y una profunda historia. ¿Nuestro monumento favorito? La Dona Marinera, una figura que representa la preocupación de las esposas de los marineros cuando éstos partían a alta mar. ¡Pura poesía!

Cadaqués

Michel ursino 2_Flickr

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Pequeñas casas blancas, playas de arena tostada, ambiente poético y bucólico…no es de extrañar que Cadaqués fuera la cuna de afamados pintores como Miró, y es que su paisaje enamora nada más verlo. Aumentando aún más su encanto, se sitúa en el extremo más oriental de la Península: el Cabo de Creus.

Begur

manuelfouce & anaramos_Flickr

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El paisaje de Begur se viste con el verde intenso de los pinares y el azul cristalino del mar para dar la bienvenida a los turistas. Su interior acoge en su seno calas íntimas y tranquilas donde los momentos románticos están asegurados. ¿También quieres conocer su historia? No dejes de visitar sus torres defensivas, levantadas entre los siglos XVI y XVII.

Pals

Michele Ursino_Flickr

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Si hay algo que nos conquista son los pueblos medievales, y no podía faltar uno de esos en nuestra lista. Las calles empedradas de Pals y la arquitectura tradicional de sus casas, hacen que viajemos a un pasado remoto y nos sintamos como auténticos reyes de la corte.

Empuriabrava

L. Balois_Flickr

L. Balois_Flickr

No hace falta irnos hasta Venecia para disfrutar de paseos en barco por románticos canales, ¡los tenemos mucho más cerca! Y es que el pueblo de Empuriabrava cuenta con más de 20 km de canales navegables que nos regalan un paisaje de película. Enmarcando la postal, el municipio se sitúa en la marisma del Ampurdán, declarada como Parque Natural.

Palamós

Sole Perez_Flickr

Sole Perez_Flickr

¿Echabais en falta el turismo gastronómico? A estas alturas del paseo seguro que se os ha abierto el apetito, y qué mejor lugar para disfrutar de una buena comilona que Palamós, conocido por sus riquísimas gambas. Tras llenar el estómago, podéis visitar el puerto comercial, uno de los principales atractivos del pueblo.

Roses

Zarrapo_Pixabay

Zarrapo_Pixabay

Terminamos nuestra ruta en uno de los pueblos más longevos y especiales, el municipio de Roses, donde hay evidencias de la presencia de la humanidad desde el siglo IV a.C. ¡Eso sí que es viajar al pasado! Localidad de castillos, uno de nuestros preferidos es el de Trinidad, restaurado tras su destrucción durante la Guerra de la Independencia.

¡Lo sabemos! No es posible visitar todos estos preciosos pueblos de una sola vez, pero siempre se puede volver, ¿no?

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