Hoy no solo os proponemos visitar nuestra maravillosa geografía, sino que os ofrecemos poder vivir en directo la época medieval, desde el siglo V al XV d.C, momento de gran cambio y desarrollo en nuestra historia.
En esta época confluyen en España distintas culturas religiosas, siendo el momento de la “conquista” y “reconquista” del imperio por parte de los reinos cristianos sobre los musulmanes y judíos, esbozando las primeras pinceladas de lo que hoy consideramos el reino español.
Para poder empaparos de este periodo de constante movimiento y muy fértil en cuanto a producción artística, os mostramos cinco localidades cuya historia y conjuntos arquitectónicos mantienen los ecos de estos diez siglos.
Besalú
Esta preciosa localidad está asentada en la provincia de Girona. El pueblo nació en las faldas del Castillo de Besalú, datado en el siglo X y construido sobre un Cerro, como método de protección.
En el interior de sus murallas encontramos edificaciones que bien recuerdan a las distintas culturas que coexistieron de forma apacible, teniendo como ejemplos arquitectónicos los Baños Judíos , El Monasterio de San Pedro o el Hospital de Peregrinos, así como también edificaciones propias como el Palacio de la Curia Real.
El pueblo es considerado como uno de los mejores conjuntos medievales de toda Cataluña, por lo que cada último fin de semana de Agosto celebra la “fiesta medieval”, retrotrayéndose a esta época para dar a conocer tanto la arquitectura, como la forma de vida.
Para los más valientes, también ofrece la posibilidad de acudir a “El carrer dels atrapats”, donde toman vida los personajes más terroríficos de la época.
Y porqué no terminar la jornada, volviendo todos a una de nuestras casas rurales, impregnadas de la historia y con toques medievales para poner en común nuestras experiencias alrededor de la lumbre. Os aconsejamos hospedaros aquí.
Buitrago de Lozoya
Este pueblecito de la sierra de Madrid tiene sus primeras referencias históricas datadas en el siglo I a.C, sin aparecer vestigios de esta época ni de la posterior invasión musulmana, anterior al siglo XI.
Pero es en pleno apogeo de la reconquista, bajo el mando del rey Alfonso III, cuando la población aparece de lleno en la historia gracias a su posición estratégica.
El pueblo cuenta con la única muralla de la zona que mantiene toda la estructura de su muralla, la cual se encuentra rodeada por el río Lozoya, actuando como foso natural, teniendo en su interior estructuras como la Iglesia de Santa María del Castillo. Debido a la gran superpoblación de la zona, se añaden dos arrabales, teniendo una de ellas un puente de gran belleza.
Ofrecen visitas teatralizadas durante todo el año, sabedores de la importancia que tuvo esta época para el desarrollo de su localidad.
Pero porqué visitar la localidad sin darnos la posibilidad de vivir la experiencia al 100% pasando un par de noches en una casa con encanto, como por ejemplo en esta.
Santillana del Mar
La zona de Cantabria ya estuvo habitada por los primeros moradores de nuestra península, teniendo muy cerquita del pueblo las Cuevas de Altamira. Pero es en la Alta Edad Media cuando nace Santillana del Mar, utilizando como eje central la abadía de Santa Juliana. Y es que se han hallado restos óseos en la cercana necrópolis.
Esta localidad empezó a tomar importancia por ser lugar de paso para los peregrinos del camino de Santiago, por lo que el Monasterio de la abadía pasó poco a poco a convertirse en la Diócesis de Burgos.
Dentro de sus maravillosas construcciones, consideradas como Conjunto Histórico Artístico, encontramos como ejemplos claros la Torre del Merino y la Plaza Mayor del Mercado.
Si habéis acabado agotados de tanto traqueteo histórico, os proponemos descansar en esta maravillosa casa.
Albarracín
El pueblo de Albarracín dio sus primeros pasos gracias a los celtas, en la Edad de Hierro, teniendo entre nosotros pinturas rupestres que han perdurado intactas. Habiendo pasado tanto por la época romana como por la visigoda, es en el siglo XI cuando pasa a ser capital del reino Taifa, con los Banu Razin, comenzando su importancia tanto económica como geográfica.
Tras varias guerrillas, disputadas por reyes regionales, en 1147, el Rey Lobo de Murcia, Abu Abdallah, pasa a tomarla en propiedad, pero por poco tiempo, ya que el Papa Alejandro III reconoció el derecho de las iglesias que en la localidad había al obispo, manteniéndose durante muchos años posteriores en su independencia política y legislativa del resto del reino español.
Gracias a todas las influencias recibidas y expresadas en su arte y construcción, el casco antiguo es considerado Monumento Nacional como Conjunto Histórico Artístico, teniendo también la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, por lo que se le ha propuesto como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Y es que por su belleza impregnada por la historia, se convierte un pueblo en el que pasar unos días descubriendo sus recuerdos y rincones, por lo que os damos la posibilidad de alojaros aquí.
Ávila
Ávila es la capital de la provincia homónima, nacida de los Vetones, poblado que sucumbió ante la invasión romana, pasando posteriormente a formar parte de los visigodo y arrebatada por los musulmanes, como gran parte de la zona sur de la península, en el siglo octavo. Pasando posteriormente a manos de los cristianos en la reconquista del siglo XI.
La ciudad es considerada Patrimonio Mundial según la Unesco, y es que el título se nos hace poco si nos tomamos nuestro tiempo para bordear su impresionante muralla, subimos al Adarve, tras pasar por la Puerta del Alcázar, y contemplamos las vistas tanto del entorno natural como de la antigua Plaza del Mercado Grande.
Si con esto acabáis agotados, os proponemos degustar la increíble gastronomía y reposar en alguna de estas casas rurales para poder visitar al día siguiente la Catedral, siendo la más antigua de estilo Gótico en España.
Esta localidad también ofrece la posibilidad de sumergirnos en la cultura del Medievo, ya que cada primer viernes de Septiembre, transforma sus calles y plazas para hacernos sentir que estamos reviviendo el pasado.
