El primer Parque Nacional de Extremadura se encuentra en la provincia de Cáceres, entre los municipios de Plasencia, Trujillo y Navalmoral de la Mata.
Menos de 8 meses quedaban para que comenzase la década de los 80, cuando este espacio de casi 18000 hectáreas fue declarado Parque Nacional, pero tuvieron que pasar casi 25 años para que la Unesco lo reconociera como Reserva de la Biosfera. Su nombre proviene del latín mons fragorum que significa Monte Denso y en el que descubrirás:
Leopoldo de Castro (Flickr)
Un valle que se encuentra rodeado a su vez por los valles de los 2 ríos que le atraviesan: el Valle del Tajo y el del Tietar. Los hábitats que encontrarás en esta Reserva son, principalmente, 3: las dehesas, tan características de la zona, los roquedos, ríos y embalses y el bosque y matorral mediterráneo. La vegetación que ha hecho a esta zona especial abarca dehesas con encinas y alcornoques, matorrales y zonas rocosas y de ribera, con enebros y alisos.
Estas zonas son ideales para que más de 200 especies eligen el Parque como el lugar para criar, invernar o en el que refugiarse unos días antes de comenzar un viaje migratorio hacia otras tierras. Entre las aves más comunes destaca el Buitre Negro, la cigüeña negra y una de las especies cuya extinción se intenta frenar: el águila imperial. Los bosques son poblados en las alturas por estas aves pero, en el suelo, encontramos tejones, el gato montés y el zorro, la especie que más abunda junto con los jabalíes y los conejos. Por último, las masas de agua son surcadas por barbos y carpas entre otros.
Francesco Veronesi (Flickr)
Los amantes de la Ornitología están de suerte con este Parque, es una de las mejores de España para la observación de aves. En pleno corazón del Parque, a finales de febrero o primero de marzo, se celebra anualmente La Feria Internacional de Turismo Ornitológico. Lo mejor del turismo ornitológico da pie a todo tipo de actividades para todos los públicos. El Mirador del Salto del Gitano, próximo a la Feria es uno de los puntos clave para la observación de las especies.
Qué ver
La Feria y el Mirador se encuentran en el pueblo de Villareal de San Carlos, un pequeño núcleo rural de tan solo 16 habitantes. Es el único municipio que se encuentra dentro de los límites de Monfragüe. Carlos III fundó esta pedanía a finales del siglo XVIII para proteger la zona de los bandoleros.
Jose Antonio Cotallo López-FLICKR
Aunque pertenece a Torrejón El Rubio, no muy lejos de esta pedanía encontramos uno de los miradores que no puedes dejar de visitar: el del Castillo de Monfragüe. Una antigua fortaleza árabe en ruina, cuya construcción se remonta al año 811, se alza sobre una zona a la que este pueblo denominó El Abismo. Principalmente fue usado por árabes y romanos como refugio defensivo y en el siglo XV se construyó su torre mejor conservada, reformada y accesible. Las cuevas del Peine y de los Murciélagos, con pinturas rupestres en su interior, rodean la fortaleza.
Muffinn (Flickr)
Desde el cielo
Desde no hace muchos años, este ha sido elegido destino Starlight, es decir, una zona especial para la observación del cielo en una jornada nocturna. Una experiencia inolvidable será visitar al anochecer el Parque y verlo bañado de luz por las estrellas que pueblan el firmamento. Desde su centro de Observación la vía Láctea y las constelaciones deslumbran en esta zona libre de contaminación lumínica. La Vía Láctea de Otoño, el gigante Orión o la galaxia de Andrómeda son solo algunos de los fenómenos más espectaculares para disfrutar de una experiencia mágica.
Carlos Adampol Galindo (Flickr)
La entrada al Parque es gratuita las 24 horas los 365 días del año, aquí no se descansa de día ni de noche. Pasear por este asombroso paraje será una experiencia única con la familia o en pareja. Un rinconcito de Extremadura que deslumbra con luz propia.
