Top 5 pintxos bilbaínos

Si algo tiene de especial España, es que vayas donde vayas, comerás mejor que un rey. Y es que no importa si es norte o sur, porque cada lugar tienes sus secretos culinarios y recetas especiales que hacen de nuestro país uno de los referentes de la cocina mediterránea.

Ahora, sería un insulto ponerse a comparar una tortilla de camarones de Cádiz con un pulpo a la gallega de A Coruña. Los dos brillan con luz propia sobre las barras de sus respectivos bares, y en muchos lugares se consideran los platos estrellas de la casa.

La verdad es que nuestra gente sabe hacer maravillas con cualquier cosa que les ofrezcas: productos de mar, carne de cualquier clase —que aquí no se tira nada nunca—, productos de la huerta… Si se puede comer, sabemos cocinarlo.

Pero hoy nos toca movernos hacia la costa Cantábrica. Nos transportamos a Bilbao, la ciudad de los pintxos por excelencia. Aquí te vamos a contar sobre 5 de estos platos que no te puedes perder si vas de visita a la ciudad de los leones.

Prepara los cubiertos, la servilleta y el plato para servirte una rica selección de aperitivos que te harán la boca agua.

Gildas

Las gildas son uno de los pintxos más versátiles que vas a encontrar en Bilbao. Pasa como con las ensaladas, que las puedes hacer de cualquier cosa: con huevo, sin huevo, con aceitunas, sin aceitunas, con atún… Bueno, lo vas pillando.

Suele consistir en un pequeño pinchito atravesado con un palillo en el que suele haber una anchoa, una piparra y una aceituna.

No se puede definir exactamente cómo es la gilda clásica debido a todas las variedades que hay, pero sí que te podemos tentar para probar todas las que puedas hasta que encuentres esa a la que no te puedes resistir.

Si te preguntas dónde encontrar una buena selección, te recomendamos que te acerques al Mercado de la Ribera, que se encuentra junto a la ría de Bilbao, en el casco viejo, que es donde está todo lo mejorcito.

Champis

Los champiñones son un producto que se estila mucho en el norte en general, y, como las gildas, se pueden cocinar de muchas maneras.

La más habitual es hacerlos a la plancha. En algunos bares o restaurantes es divertido ver las hileras de champiñones colocados sobre la misma mientras se van tostando y soltando un rico olor.

En muchos sitios los adornan con pequeños tacos de jamón y un poco de ajo. Si vas por el casco viejo encontrarás muchos sitios en los que disfrutarlos, como el bar Motrikes. Aunque ten cuidado, porque aquí tienen la costumbre de echarle una salsa que viene con sorpresa y pasa como con los pimientos del padrón: que unos pican, y otros ‘non’.

La verdad es que no hay nada más bilbaíno que decir que algo no pica y dejar que otros se abrasen la boca solo para que no te pique a ti solo.

Estos pintxos también se comen mucho en lugares como La Rioja y Navarra.

Txangurro gratinado

¿Tiene un nombre gracioso? Sí. ¿Que sabe como si un coro de ángeles cantase dentro de tu boca? También.

El txangurro es como se conoce en el norte al centollo de toda la vida. La mayoría de las recetas que usan este producto consisten en rascar y desmenuzar la carne de este crustáceo y servirla en su propia cáscara. En alguno de los locales de Bilbao es muy popular servirlo gratinado.

El lugar favorito de la gente es El Globo, uno de los bares de estilo pub tradicional que cuenta con una de las barras de pintxos más completas de toda la ciudad.

La pequeña tapa se sirve en un plato sobre una cama de pan, y cuenta con una deliciosa capa de queso gratinado con tono dorado en la superficie, justo en su punto. Según cuenta el cocinero del local, uno de sus ingredientes secretos es la salsa americana, que acentúa el sabor del txangurro para que el producto no pierda su sabor a mar.

Rabas y croquetas

Era imposible separar rabas y croquetas, porque ambas saben a manjar de los dioses. En España es básicamente una forma de cortejo invitar a tu pareja a tomar un plato de croquetas o rabas.

Además, se nota fácilmente cuándo están hechos con mimo y cuidado: si el papel absorbente de debajo está prácticamente limpio, es que eso está frito por la mano de Dios. No hace falta que las rabas o las croquetas estén ahogadas en aceite para que estén buenas.

Además, de nuevo las croquetas se coronan como uno de los platos con más variaciones de la cocina española.

Te las puedes comer de boletus, de jamón, de bacalao, de rabo de toro… Hasta de cocido, y así juntas dos de los mejores platos existentes.

¿Y cómo olvidarnos de las rabas? Este es uno de esos platos que entran tan rápido que ni te enteras cuando se acaban.

Si quieres probar una generosa ración de las mismas puedes probar en el Txiriboga. También sirven allí unas buenas croquetas con el tamaño de pelotas de frontenis.

Chorizo al infierno

Este pintxo tiene un nombre de lo más heavy, pero, irónicamente, al probarlo conoces cómo debe saber el cielo.

El pedazo de chorizo se suele flambear en vivo sobre un pequeño plato de barro, empapado en una mezcla de ron y algo más de alcohol hasta que se evapora y da un punto inigualable a la carne.

Además, tiene un delicioso toque picante perfecto para acompañar con un poco de pan y algún otro pintxo más.

En el restaurante Bacaicoa puedes aprovechar para pedir la Sagrada Trinidad de pintxos que sirven allí: chorizo al infierno, setas al Purgatorio y champiñón a la gloria. Este es otro de los muchos bares que podrás encontrar en el Casco Viejo.

Anímate a probar todo lo que puedas en esta ciudad, porque a cualquier rincón que vayas encontrarás un bonito expositor con pintxos que harán que recuerdes su delicioso sabor durante toda la vida.

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