Alboraya, la cuna de la horchata

Fideuá, all i pebre, esgarraet, aspencat… ¿te suenan de algos? Pues son algunos de los platos valencianos más típicos.

Y es que, entre la gastronomía que nos ofrece Valencia tenemos mucho donde elegir, donde los productos de la huerta y los arroces son los principales ingredientes de ricos platos, pero pocos son los que dudan que si hay un plato que, por excelencia, es representativo de ésta, es, probablemente, la tradicional paella.

Pero más allá de la paella y demás platos tradicionales, también podemos encontrar otros productos tradicionales que nos llenan el paladar de ricos sabores y, en nuestro caso, nos vamos a centrar en lo dulce.

Muy cerquita de la ciudad de Valencia se sitúa Alboraya, un pequeño municipio donde nace la deliciosa horchata, una rica bebida dulce a base de chufas, y en torno a ella, se ha levantado una industria que les ha llevado a alcanzar mucha fama.

¿Quieres conocer algunos datos sobre ello? Pues sigue leyendo y ¡no pierdas detalle ninguno!

¿SABES CÓMO SE ELABORA LA HORCHATA?

Alboraya está rodeada de extensos campos donde se cultiva la chufa, que no deja de ser un pequeño tubérculo -como la patata- de pequeño tamaño, pero que no te engañe… ¡Su sabor es intenso!

Una vez extraídas las chufas del suelo, lo primero que hay que hacer es limpiarlas -a nadie nos gusta tomar algo y encontrarnos con una desagradable sorpresa ¿no?- y, una vez, relucientes y libres de cualquier suciedad, se dejan a remojo durante unas dos horas. Este tiempo facilita que se reblandezcan y la hora del triturado, el siguiente paso, sea más sencillo y rápido.

Después de triturar se deja en reposo al menos 20 minutos y, pasados ese tiempo, se procede a prensar para aprovechar al máximo cada gota de este preciado líquido, y, por último, se filtra varias veces para retirar cualquier resto o impureza.

El resultado es nuestra horchata a la que, posteriormente, se le añaden los endulzantes, y se deja enfriar. Una vez bien fría se sirve y… ¡a regalarse el paladar!

DE PASEO POR ALBORAYA

Ahora que ya conoces el proceso de elaboración de la horchata, es hora de recorrer este precioso pueblecito valenciano donde encontrarás las mejores horchaterías para saborear esta rica bebida.

Pero Alboraya no es solo horchata… nos ofrece mucho más.

Sus paisajes de huerta -no hay que olvidar que nos encontramos en plena huerta valenciana- son de gran encanto, ya que construcciones tradicionales como son las barracas o alquerías, salpican aquí y allá a cada paso.

Adentrándonos en su entramado de calles, podemos llegar hasta su casco antiguo donde destaca una preciosa mezcla de coloridos estilos arquitectónicos, con edificios modernistas o tipo Art Decó construidos entre el siglo XIX y principios del XX que se entremezclan con construcciones más rústicas.

Una construcción muy representativa de Alboraya es la Casa Señorial del Conde de Zanoguera, con una preciosa fachada de ladrillo, originaria del siglo XVII donde, actualmente, se realizan exposiciones de diferentes tipos.

El Antiguo Matadero, el Teatro L’ Agrícola o el Mercado Municipal son algunos de los lugares que también se pueden visitar y gozan de un encanto especial por su peculiar arquitectura.

También la religión, como en la mayoría de nuestra geografía, encuentra su espacio en Alboraya, a través de la Iglesia de la Asunción o pintorescas ermitas como la de Vilanova, Santa Bárbara, San Cristóbal o la del Miracle dels Peixet, esta última, una de las más conocidas.

Mención especial también merecen sus playas como La Patacona o Port Saplaya, donde mantos de arena fina y tostada nos ofrecen un pequeño paraíso en el que disfrutar del mar.

Como conclusión podemos decir que Alboraya nos ofrece un conjunto perfecto con sus paisajes, gastronomía y cultura que a cualquiera que se aventure a conocerla, quedará totalmente enamorado.

Así que, si te animas a viajar a este bonito destino te aseguramos que… ¡querrás volver!

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