Si tienes pensado hacer un viaje a Bilbao, vayas cuando vayas, el destino es perfecto ya que es un municipio en el que disfrutar de una amplísima oferta de turismo y de numerosos planes que te dejarán descubrir la esencia de Bilbo, que es como se conoce en euskera, lengua oficial junto con el castellano en el País Vasco.
Bilbao foma parte de la provincia de Vizcaya, de la que es capital, contando con la mayor densidad de población de la comunidad autónoma, concentrándose principalmente en el área metropolitana, aunque cada vez más, se está desplazando a los alrededores.
Bilbao es sin duda, una villa en la que merece pasar unos días ya que tiene muchas cosas que ver y que conocer, por lo que te animamos a reservar una casa rural o un apartamento, que te permita descansar entre paseo y paseo, siempre y cuando el tiempo te lo permita ya que es una zona de elevadas precipitaciones.
Para llegar hasta aquí, las comunicaciones son muy buenas, contando con aeropuerto, estación de trenes y carreteras perfectamente acondicionadas para poder llegar con seguridad y en el menor tiempo posible. Para que te hagas una idea, la distancia en coche Bilbao-Madrid es de unas 4 horas aproximadamente, aunque en avión se reducen a poco más de una hora.
Además, una vez dentro de la villa, y siguiendo ese dogma de ciudad sostenible, podrás moverte cómodamente en autobús, cercanías o tranvía, aunque la forma más sencilla de hacerlo es mediante el Metro de Bilbao, cuyo mapa cuenta con tres líneas y fue inaugurado en 1995. No osbtante y si prefieres algo más sostenible, existe la posibilidad de coger una bicicleta eléctrica.
Bilbao es una villa muy ligada al agua, y a pesar de no tener playa, podrás contemplar la Ría del Nervión, que puede ser una buena referencia para conocer la ciudad en un paseo en el que vas a toparte con puentes como el de Bizkaia, que es Patrimonio de la Humanidad. Además, su puerto comercial es uno de los cinco más relevantes de nuestro país, y te recomendamos que lo visites.
Si hay un emblema para el turismo en Bilbao, es el Museo Guggenheim, reconocido a nivel internacional sirviendo de pasarela hacia la cultura vasca. Además de todo lo que puedes encontrar en el interior, es un símbolo para los bilbaínos de la transformación de la villa, y un motor turístico y económico.
Otros emblemas de su patrimonio en cuanto a la arquitectura civil son la Casa Consistorial, donde se encuentra el Ayuntamiento y ubicado en el centro. Los palacios Euskalduna, que en la actualidad sirve para celebrar congresos y eventos, y el Palacio Chávarri, son los más representativos.
Aquí no queda la cosa, y es que el Teatro Arriaga, la Universidad de Deusto o las cuatro torres rascacielos que se levantan sobre el perfil de la villa componen, entre otros, la arquitectura civil de Bilbao.
Si pasamos a la religiosa, existen tres templos que no puedes dejar de visitar y que son la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, patrona de la villa; la Catedral de Santiago, actual sede de la diócesis de Bilbao, y la iglesia de San Antón, de estilo gótico.
Los amantes del fútbol tendrán otro “templo” que visitar, que es Estadio de San Mamés, donde se entrena el Athletic Club de Bilbao, el equipo por excelencia.
Por último, destacamos la gastronomía de Bilbao, en la que tienen mucha presencia productos del mar y de la ría como es el caso del bacalao, que se prepara tradicionalmente al pil pil o a la vizcaína, y las angulas. Para acompañar, siempre un buen vino Txacolí con Denominación de Origen Bizkaia hacen un menú redondo para disfrutar durante tu estancia.