Otra de esas rutas que nos hacen sentirnos exploradores nos ha llevado al lugar que os vamos a mostrar hoy. Un verdadero paraíso repleto de elementos naturales que hacen de él, uno de los principales espacios para el turista interesado en la naturaleza.
¿Tú eres uno de ellos? Pues entonces no puedes perderte cada una de las líneas que te escribimos ahora, y que seguro que te dan la mejor idea sobre tu próximo destino de vacaciones.
Hoy nos trasladamos a otro de los Parques Nacionales que tiene nuestro país. Una joya en mitad de la civilización que no deberías perderte.
Ahora, nuestra ruta se centra en la provincia de Lleida, donde nos encontramos con el Parque Nacional de Aigüestortes y lago de Sant Maurici.
¿Preparado para esta aventura? ¡Pues comenzamos!
¿Dónde está?
La respuesta es clara. En el corazón de Los Pirineos.
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Sus picos más altos pueden llegar a medir hasta 3.000 metros, dejando a los ríos, cascadas y diferentes ciénagas, encajadas en un paraje de una belleza indescriptible.
Debido a este tipo de formaciones, la diversidad de especies es bastante variada, y además, se encuentran seguras ya que dispone de una protección especial.
Se encuentra entre cuatro comarcas, Alta Ribargorza, Pallars Sobirà, Pallars Jussà y Valle de Aran.
Su altitud se encuentra entre los 1600 y los 3000, y la superficie supera las 40800 hectáreas.
¿Cómo se estructura?
Este parque data de 1955, y es el único que hay en Cataluña con esta denominación.
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Hay dos partes que se pueden diferenciar en su estructura: la zona interna, y lo que se conoce como periferia.
La parte interna es la que ocupa las zonas del Valle de Boó, y Espot. En esta zona domina el terreno el río Escrita, y el lago de San Mauricio. Els encantats, que es la zona a los pies de las montañas y está regada por las aguas del San Mauricio.
Por otro lado, y en la parte que pertenece a la periferia, nos encontramos con la zona de Viella, y Naut de Aran, que forman parte del Valle de Aran. En su composición nos encontramos con estructuras naturales muy agradables y significativas, que reúnen varios valles, y circos como el de Colomers y Reboredo. Estamos hablando de la zona con mayor valor ecológico de todo el parque.
¿Puedo visitarlo?
Por supuesto. Es más, deberías visitarlo.
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Es un verdadero espectáculo. Más de 300.000 visitas al año en la zona hacen de este parque, uno de los más visitados, y no es raro si nos damos cuenta de su espectacular paisaje.
Eso sí, hay que seguir una serie de normas para intentar preservar su paisaje y sus buenas vistas. Algunas de ellas son la prohibición de acceder con vehículos y bicis, así como con animales de compañía. Tampoco se puede capturar ningún animal de la zona, ni bañarse en sus lagos.
Para visitarlo, hay un total de 27 sendas que pueden conducirte por los rincones menos explorados y sin embargo, más bonitos.
Además, dentro vas a encontrar un montón de vegetación y de especies animales de la zona, que suponen uno de los espacios de mayor diversidad de la zona.
Turismo accesible
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Para disfrutar al máximo de todo tipo de turismo, y para todo tipo de turistas, este Parque Nacional es uno de los que proporcionan la mejor accesibilidad.
En la medida de lo posible, se han intentado salvar los perfiles escarpados de las montañas creando varios recorridos para que las personas con movilidad reducida, también puedan disfrutar de esta joya natural.
Se trata de pasarelas construidas en madera, perfectamente integradas por donde podrán pasar desde carritos de bebés, hasta personas con silla de ruedas, invidentes o turistas en muletas. De esta manera, el Parque Nacional se abre a cualquier tipo de público.
¡Una aventura que tienes que probar!
