Muchos practicaréis el recientemente nombrado como necroturismo, o en otras palabras, visitar los cementerios de las localidades para admirar la arquitectura y esculturas en sus interiores, algo que puede parecer de gran interés y belleza cultural para algunos y que a otros pondría los pelos como escarpias.
Y es que parece que acercándose el tan conocido “Día de Todos los Santos”, en el que la gente se acerca a los cementerios en los que descansan sus familiares fallecidos para honrarles, aunque no siempre se haya descanso en estos lugares.
Os proponemos dar una vuelta la noche de antes, conocida como Halloween, de origen anglosajón (en la que se cree los muertos y los espíritus abandonan sus tumbas para visitar el mundo de los vivos) por los cementerios más encantados y aterradores de nuestra geografía.
Cementerio de San Miguel (Málaga)
Inaugurado en 1810, de estilo neoclásico y monumental. Se cuenta la historia del pequeño Antoñito, fallecido entre grandes sufrimientos por la Leucemia, al cual se le puede oír llorando mientras llama a su madre (“ mamá, mamá “).
Son muchos los que depositan caramelos en el nicho del niño, los cuales aparecen mordisqueados o el envoltorio en el que estaban. Pero no está tan solo, ya que se dice cuenta con una compañera de juegos, María Marta, la cual aseguran ver correteando por el cementerio con una consistencia semitransparente. ¿Te atreves a visitarlo?
Cementerio de San José (Cádiz)
En segunda posición nos trasladamos a Cádiz, al Cementerio de San José, cuya construcción se data hacia 1800. El guarda del cementerio, teniendo su residencia dentro del mismo como es común, asegura haber presenciado innumerables sucesos paranormales, algunos de ellos atentando contra su integridad física.
Cuenta como en una ocasión sintió como, estando solo en su vivienda, algo le golpeaba fuertemente en la espalda haciéndole perder el equilibrio. Un día tras haber cerrado el campo santo, un joven llamó su atención para poco después desaparecer junto a una lápida, en la cual se encontraba la fotografía de el muchacho que pocos segundos antes se encontraba frente a él. También afirma escuchar voces que le llaman a altas horas de la madrugada por su nombre.
Santa Compaña (Galicia)
En tercer lugar y como punto alto, nos trasladamos a tierra de meigas y leyendas, en el que, como cuenta la leyenda, muy pocos son los que han conseguido ver a la Santa Compaña (procesión de muertos y espíritus que recorren la región en busca de almas nuevas que añadir a sus filas) y salir vivo para contarlo.
Un grupo de jóvenes que visitaban Galicia, se perdieron por su red de bosques frondosos cuando aparecieron ante las puertas del Cementerio de Mondariz, del que salía un hombre como alma que lleva el diablo balbuceando cosas sobre este extraño grupo de almas atormentadas, los jóvenes no daban crédito hasta que escucharon pasos, como de un ejército, que se aproximaba con paso ligero hacia ellos, dejándoles el tiempo justo para esconderse y poder observar estas borrosas figuras iluminadas por sus propios farolillos.
Cementerio de la Almudena (Madrid)
En la siguiente posición tenemos el mayor cementerio de España e incluso de Europa, casi una ciudad de muertos, el Cementerio de la Almudena, en Madrid capital. Con su gran tamaño y multitud de rincones, sería casi imposible recopilar todas las experiencias o fenómenos paranormales que se asegura aquí acontecen, pero nosotros vamos a la leyenda que afecta y persigue a cada visitante.
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En lo más alto se encuentra Fausto, una escultura de un ángel portador de una trompeta, que en sus inicios tenía en la boca y que tras los acontecimientos cada vez mayores, decidieron depositarla en su regazo. Cuentan que se puede escuchar el barruntar de la trompeta, que anuncia la muerte de todo aquel que la oye, o de algún ser querido.
Cementerio de la Villa de Don Fadrique (Toledo)
En quinto lugar nos alejamos de las leyendas y damos paso a la historia realmente verídica, que en muchas ocasiones hace florecer nuestro miedo más profundo, al pensar que alguna fuerza oscura pueda mover a los siguientes protagonistas de estas historias terroríficas, como es el caso del Cementerio toledano de la Villa de Don Fadrique, escenario de un crimen atroz.
Una mujer, que aseguraba estar poseída por el propio Diablo, se acercó hasta la capilla del cementerio y en el altar degolló con un cuchillo a su bebé, para posteriormente esconderse en la iglesia del pueblo y ser reducida por más de dos agentes.
Cementerio de Estivella (Valencia)
Sin tener menor importancia y en una sexta posición, número que nos viene al pelo, terminamos en Valencia, en el Cementerio de Estivella, y en el Cementerio cacereño de San Martín de Trevejo, los dos últimos lugares en los que recientemente se han hayado restos de ritos satánicos, entre estos cruces de nichos invertidas, velas creando formas extrañas, improperios hacia la religión católica e incluso restos de animales sacrificados, y es que esta práctica está cada vez más extendida por nuestra geografía, sin llegar a ser conscientes de la fuerza espiritual de los enclaves y las posibles fuerzas que estemos despertando.
