Los 8 castros mejor conservados de Galicia

Cuando hablamos de Galicia, inevitablemente a todos nos viene a la cabeza esa estrecha relación con la cultura celta de la que se desprenden muchas de sus tradiciones y que han llenado de magia y leyendas la gran mayoría de sus espectaculares rincones.

Sus gentes se han impregnado y crecido con esta cultura que les aporta su especial carácter abierto y amable, haciendo que cualquiera que visite Galicia se sienta cálidamente bienvenido.

Fiestas como Samhain, que en algunos países anglosajones ha derivado en el conocido Halloween, o leyendas fantasmagóricas como la Santa Compaña, en la que una procesión de ánimas aparece anunciando una inminente defunción, hacen las delicias de los adeptos de esta antigua cultura.

Pero si hay algo representativo de esta cultura, esos son los castros, asentamientos que se levantaban, normalmente en puntos estratégicos y que se reparten a lo largo y ancho de la comunidad gallega.

¿Quieres descubrir los castros que mejor se conservan? Pues cálzate las botas, que empezamos el recorrido.

CASTRO DE BAROÑA (A CORUÑA)

Este castro de A Coruña es uno de los más excepcionales, no solo por su ubicación, sino por su buen estado de conservación y en el que puedes imaginar el modo de vida de los celtas.

Lo podemos encontrar en el Concello de Porto do Son, con vistas a la ría de Muros y Noia, y su peculiaridad reside en estar situado sobre una península elevada, al borde del mar.

Un agradable paseo por una senda se abre paso hasta llegar a una zona de playa, en el que mientras avanzas, irás descubriendo la figura del castro elevándose sobre el mar.

Descubierto en 1933, posteriormente, en el año 2012 se realizaron excavaciones hasta descubrir el actual recinto con dos murallas circulares como defensa y, en su interior, un total de 20 construcciones con función de viviendas.

Estuvo ocupado por sus pobladores en la Edad de Hierro (I a.C. – I d.C.), que, con casi total seguridad, eran autosuficientes, ya que se han encontrado restos de moluscos y espinas de pescado, junto con metales y piezas de cerámica.

Su acceso es totalmente gratuito, así que ¡no tienes excusa para dejar de verlo!

CASTRO DE SANTA TREGA (PONTEVEDRA)

Esta vez viajamos hasta A Guarda, al sur de la comunidad pontevedresa, hasta llegar a la desembocadura del río Miño.

El monte del que toma prestado el nombre este castro, es donde lo vamos a encontrar, en una posición estratégica, ya que por su altitud, controla a primera vista todo el área en los alrededores.

Este castro, probablemente es uno de los más famosos debido, en parte, a que fue nombrado Monumento Histórico Artístico en 1931.

Lo más llamativo, en comparación con otros castros, es que no posee ningún tipo de muralla defensiva, aunque se cree que es debido a que su posición elevada, que de por sí, era una ventaja frente a posibles ataques.

Es posible que su población alcanzase los 5000 habitantes durante el cambio del primer cambio de milenio, siendo uno de los castros más poblados de la época.

El Museo Arqueológico de Santa Tegra, además, ofrece una amplia visión del tipo de vida que llevaban y donde se conservan gran cantidad de restos hallados como monedas, cerámica o torques.

CASTRO DE SAN CIBRAO DE LÁS (OURENSE)

En la localidad de San Amaro es donde podrás descubrir este tesoro de la cultura castreña.

Otro nombre habitual de este castro es A Cidade, y tiene su explicación, ya que es, casi con seguridad, el más grande en toda Galicia.

Es a finales de la Edad de Hierro cuando se empieza a poblar, y debido a la gran influencia que empezaba a ejercer el Imperio Romano, su estructura no es tan habitual, pues el entramado de sus calles es de líneas rectas y viviendas rectangulares.

El exterior del castro está rodeado por hasta tres murallas, además de un foso, asegurando así, su función defensiva.

Su entrada se realiza a través del Parque Arqueológico da Cultura Castrexa, un centro de interpretación en el ampliar los conocimientos sobre la vida en la cultura celta.

CASTRO DE FAZOURO (LUGO)

La parroquia de Fazouro, que presta su nombre a este castro, forma parte del Concello de Foz, en la mariña lucense y es su emplazamiento.

Este poblado celta, habitado en los siglos I al III d.C., se sitúa sobre la Playa de Arealonga en una pequeña península conocida como Punta do Castro.

Sus construcciones son rectangulares a excepción de una sola circular que certifican una época en que la cultura celta y romana convivieron.

Como dato curioso, hay que remarcar que es el único castro construido en la zona de costa cantábrica de la comunidad gallega.

CASTRO DE BORNEIRO (A CORUÑA)

Cabana de Bergantiños, en la Costa da Morte, es el lugar que oculta este espectacular castro, que es el más claro ejemplo de una aldea celta.

Su acceso está junto a la carretera, y en una zona habilitada podrás dejar el coche para emprender un paseo por la senda, atravesando un bosque en el que se respira un ambiente místico, que lleva hasta él.

Si realizas el Camino dos Faros, esta es una parada obligada en la ruta puesto que el mismo camino atraviesa su emplazamiento.

Se estima que su población era de unas 400 personas, haciendo vida dentro del recinto amurallado en torno a las viviendas, todas con su característica forma circular.

Cuenta con la peculiaridad de tener una sauna, aunque su función probablemente no era la higiene, sino la celebración de algún tipo de rito.

¿Qué te parece? Interesante, ¿no? Pues anímate a hacer una visita, porque en vivo es mucho más impresionante.

CASTRO DE VILADONGA (LUGO)

Este asentamiento celta se levanta sobre la cima de un monte en el lucense Concello de Castro de Rei.

Su convivencia con la época de los romanos es notable en sus construcciones donde, además de las típicas formas circulares, encontramos también edificios rectangulares con una estructura defensiva a su alrededor, y su vista aérea es espectacular.

Su visita no conlleva mucho tiempo. Probablemente en poco más de media hora podrás completar el recorrido, aunque si te gusta entretenerte en los detalles, podrás emplear todo el tiempo que quieras, puesto que es de libre acceso.

Se puede visitar el museo que alberga, también de manera gratuita, y donde se relata la historia de este castro, que podrás imaginar perfectamente, ya que, además, cuenta con la exposición de los objetos encontrados durante su excavación como utensilios empleados en el hogar o artículos decorativos como joyas.

¿Nos acompañas a la siguiente parada en nuestro camino?

CASTRO DA LANZADA (PONTEVEDRA)

En este caso, para contemplar este castro, nos tenemos que ir hasta O Grove, a pie de playa, la misma que da nombre a esta antiquísima aldea.

Hay que decir que no se trata de un castro típico, ya que la influencia de los romanos es muy notable por la necrópolis que albergaba, precisamente, restos humanos de esa época en excelente estado de conservación, algo bastante insólito en castros levantados junto al mar.

Aunque no solamente se destaca por esto, sino por su ubicación, junto a la playa, y que durante muchas culturas se ha debido considerar un punto clave, pues, posteriormente, se construyeron un castillo medieval y una ermita, esta última en pie a día de hoy.

CASTRO DE CASTROMAO (OURENSE)

Como muchas de estas construcciones tan asociadas a la cultura celta, este castro se sitúa en un emplazamiento estratégico: una colina desde la que se podía tener una amplia vista y que actuaba como defensa natural a su vez.

Castromao se encuentra en el Concello de Celanova y para imaginarnos la vida de quienes lo habitaban, nos tenemos que remontar hasta la Edad de Bronce, siendo, además, uno de los mejores ejemplos de cómo se fueron desarrollando estas construcciones tan singulares.

Durante las excavaciones, se fueron desvelando un total de 70 viviendas junto a edificios defensivos y una muralla, además de gran variedad de objetos, donde destacamos el más célebre de todos: el trisquel calado de Castromao, un símbolo celta tallado en piedra.

Y, ¡hasta aquí nuestro recorrido! La lista de castros de Galicia, y podríamos estar días y días hablando de ellos, pero esperamos que estos ejemplos que te hemos mostrado, te sirvan para animarte a conocer estos lugares tan entrelazados con la cultura celta y las tierras gallegas.

¡Nos vemos en el próximo viaje!

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