12 planes para conocer Laxe, A Coruña

Si hay un destino turístico en la Costa da Morte, es Laxe, puesto que sus paisajes de una grandiosa belleza lo forman escarpados acantilados al borde de la costa, y largas playas paradisíacas, ofreciendo un aliciente para cualquier viajero enamorado de Galicia -y si no lo estás, te aseguramos que, después de la visita, lo estarás-.

Y es que, Galicia nos lo pone muy fácil para que caigamos en sus redes -tanto como cuando un pescador echa las redes al mar para pescar-, con una orografía de ensueño, la amabilidad de sus gentes y una gastronomía con la que se te hace la boca agua.

Todo esto se concentra en Laxe, pero, además, con su propio encanto, especialmente por la piedra en muchas de sus construcciones tradicionales. No por nada su nombre, derivado de la palabra celta lagena, significa piedra.

¿Te animas a conocer Laxe con nosotros? Pues… ¡coge la maleta que empezamos!

1 VER DE CERCA LA CASA DO ARCO

Como sabemos que es muy fácil tirar de Google, ya te adelantamos que si pones su nombre en el buscador, lo que te va a aparecer es un restaurante -que para los amantes de la gastronomía no está mal-, pero no es de lo que te vamos a hablar.

En lo que vamos a poner tu atención, en la Plaza Ramón Juega, es en el conjunto arquitectónico civil tan relevante que forman la Casa do Arco y la Rúa Real, donde un arco, que da nombre a la casa, enmarca la calle, ya que es de las pocas construcciones del siglo XV en estilo gótico que quedan en la localidad.

2 EL PUERTO Y LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DA ATALAIA

Desde la plaza, podemos pasear bordeando la playa, hasta el pintoresco puerto, con abundantes embarcaciones, entre las que se mezclan algunas tradicionales, formando una bonita estampa.

Presidiendo el puerto, elevada sobre una pequeña colina, encontramos la Iglesia de Santa María da Atalaia, un bonito templo cristiano de estilo románico y gótico marinero.

3 UNA VISITA AL MUSEO DO MAR

Las costumbres cotidianas y las tradiciones de Laxe están representadas a la perfección en este bonito museo etnográfico, donde podemos contemplar diversos objetos como representaciones a escala de distintas embarcaciones o antiguos mapas de navegación, entre otros.

También acoge una exposición fotográfica de las gentes de la localidad y detalles y anécdotas sobre personajes ilustres de la villa.

4 RELAJARTE EN LA PLAYA DE LAXE

Un largo arenal de grano fino de, aproximadamente, un kilómetro, tiene el honor de ser una de las mejores playas urbanas de Galicia.

Está ligeramente aislada por un complejo de dunas, lo que le aporta la suficiente tranquilidad para relajarse, y la calma de sus aguas, al estar a resguardo del mar abierto, la hacen ideal para pasar un día de playa tanto con los amigos como con la familia.

5 LAS VISTAS DESDE LA CAPILLA DE SANTA ROSA

Sobre el Monte Cornaceiras, en el punto más alto de Laxe, preside la panorámica la Capilla de Santa Rosa de Lima, construida en 1941 junto a la Cruz del Navegante, la cual se asentaba en solitario en este enclave desde el siglo XVII.

Este punto te va a encantar si lo que te gusta es disfrutar de unas espectaculares vistas y, más aún, si lo que buscas es una foto para enmarcar.

6 ASOMBRARTE CON LA COSTA DESDE EL MIRADOR DA INSUA

Y ya que hablamos de vistas, no puedes perderte otro punto clave en la búsqueda de la panorámica perfecta.

El Mirador da Insua está situado en el monte del que toma prestado el nombre y en él puedes sentarte a contemplar el mar, ya que hay instalado un merendero con mesas y sillas en el que comer. ¿No te parece un plan perfecto para aprovechar la tarde?

7 CONOCER LA PLAYA DE LOS CRISTALES

Desde el Mirador da Insua, puedes bajar, en un agradable paseo, hasta la Praia dos Cristais, su nombre original en gallego.

Es una playa muy peculiar que no deja indiferente a nadie, y es que, entre su arena, se almacenan pequeños cristales de vidrio de distintos colores perfectamente pulidos por el mar y que, en días soleados, es de una belleza mágica.

8 IR CON TU PAREJA A LA PEDRA DOS NAMORADOS

Este punto está especialmente dedicado para las parejas de enamorados, como bien indica el nombre de la piedra, ya que son muchas las inscripciones que hay talladas sobre ella, muchas de ellas de principios del siglo XX, dejando así constancia de su amor, destacando entre ellos las del geólogo Isidro Parga Pondal, oriundo de la Laxe.

Si no sois tan acaramelados, siempre os queda la opción de disfrutar del embate de las olas en la Furna da Espuma y su relajante sonido.

9 CONTEMPLAR EL ATARDECER EN EL FARO DE LAXE

En la Punta de Laxe, una construcción redonda con relucientes azulejos blancos se asienta como el Faro de Laxe, un lugar idílico para disfrutar de las puestas de sol al arrullo del mar.

Desde este punto, donde también se sitúa la escultura A Espera, dedicada a quienes aguardan el regreso de los marineros después de una travesía, se puede vislumbrar la Ría de Corme-Laxe y la Duna de Monte Branco, una dunas rampantes -esto es, que se va desplazando con el viento- de las más altas en Europa.

10 CONOCER LA LAGOA DE TRABA

El Espacio Natural de Traba lo forman un cordón dunar, con una zona de playa de unos dos kilómetros de largo, junto con una laguna natural, y es una auténtica joya de la naturaleza.

Está catalogada como Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) por su alto valor ecológico y como reserva ornitológica.

11 HACER SURF EN LA PLAYA DE SOESTO

Si buscas un entorno natural salvaje, este es tu lugar, donde, además, su oleaje permite la práctica del surf, habiéndose convertido en un destino habitual para los amantes de este deporte.

Si no te van las emociones fuertes, puedes optar por un plan más relajado, y qué mejor que pasear por la fina arena blanca y, con algo de suerte y paciencia, avistar algún que otro delfín.

12 VIAJAR AL PASADO CON LOS PETROGLIFOS DE PEDRA XESTOSA

Entre el límite de Laxe y Vimianzo, en la Terras de Soneira, encontramos esta joya histórica, escondida entre el verde paisaje, catalogada como Bien de Interés Cultural.

Se trata de una estación rupestre, de hecho la única que se conoce en la Costa da Morte, formada por un conjunto de rocas con diversos trazos, entre los que se intuyen una figura humana y animales, como algunos ciervos, algo bastante inusual en este tipo de hallazgos arqueológicos.

Se puede acceder desde la carretera de Vimianzo a Baio, a través de una pista forestal, y, aunque su acceso puede ser algo complicado, merece la pena la visita.

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