Viaje por los mejores pueblos para comer cocido

Son las 14.00 de un domingo cualquiera. Repican las campanas del reloj de la Plaza Mayor de cada pueblo y ciudad del país. Una suena más fuerte, y es que los maragatos del reloj de Astorga se afanan por recordarnos que es la hora de comer.

Uno de los platos que destacan en todo el territorio nacional por su sabor y contundencia es el cocido. Una receta que, con variaciones en cada territorio, consta básicamente de una sopa de carne, verduras, garbanzos y diversas carnes cocinadas en la olla o a fuego de leña.

Miquel Colomer Planagumá FLICKR

Miquel Colomer Planagumá FLICKR

León

No hay mejor tributo entonces para estos mozos campaneros que disfrutar de un buen cocido casero. Uno de esos cocidos maragatos típicos de Astorga. Y es que es precisamente en este pueblo de León donde mayor fama adquiere la receta, pero ni de lejos el único donde disfrutar de un buen cocido.

En la misma provincia de León, en la tierra de la Maragatería, se encuentra el pueblo de Castrillo de los Polvazares. Quizá no es el más conocido, pero es una opción igual de válida o incluso mejor que Astorga para comer el auténtico cocido maragato.

juantiagues FLICKR

juantiagues FLICKR

Lo que caracteriza a este plato tradicional de los trabajadores del campo es que se sirve al revés, en los llamados tres vuelcos. Empieza por las carnes cocidas, después los elementos de la tierra como berza y garbanzos y finalmente, la sopa.

Madrid

Si nos movemos hacia el centro de la península, encontramos el otro exponente del cocido tal y como lo conocemos: el cocido madrileño. Este plato es uno de los más representativos de la cocina de la capital, y como en el caso anterior, se compone de verduras, garbanzos, carnes y tocino de cerdo. Su origen se remonta a las clases más bajas de la sociedad, aunque poco a poco se ha llegado a incluir en los menús de los restaurantes más selectos.

pegatina1 FLICKR

pegatina1 FLICKR

El cocido puede disfrutarse en la capital, pero también en muchos pueblos de la Sierra de Madrid que incluso hacen la Ruta del Cocido, un evento que se inicia en carnavales y llega hasta marzo. Algunas de estas localidades son San Lorenzo del Escorial, Guadarrama o Cercedilla.

No podemos olvidarnos del norte de España, Cantabria, donde se realizan dos variantes de cocido que siguen las mismas bases pero difieren en algunos elementos.

Juan_ FLICKR

Juan_ FLICKR

Valle de Cabuérniga

En la zona del Valle de Cabuérniga se prepara el llamado cocido montañés, un guiso con componentes como alubia blanca, berza, chorizo, morcilla, tocino y costilla. Difiere del plato habitual en que no contiene garbanzos, y en que no se separa la sopa del resto de elementos. Sin embargo, guarda todo el sabor y calorías para aquellos que como los comensales originales se preparen para hacer una ruta por la montaña.

En otro pueblo de Cantabria, Liébana, se come el también conocido cocido lebaniego, compuesto por garbanzos, patatas, berza, chorizo, morcilla, tocino, hueso de jamón y carne de ternera. Opción más similar a las anteriores, que adquiere su propio sabor procedente de la tierra.

Amio Cajander FLICKR

Amio Cajander FLICKR

Por supuesto, estas no son las únicas variedades de cocido que existen, simplemente son las más conocidas. En cualquier caso, es un plato en el que rara vez sobra comida, porque gusta a todo el mundo. Sin embargo, si se da el caso y queda algo de este exquisito plato, hay muchas opciones para aprovechar los restos, porque al día siguiente se pueden preparar otros platos de nuestra gastronomía, como una buena ropa vieja, una pringá o las siempre socorridas croquetas.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *