Ruta por los 17 pueblos más bonitos de Alicante

Cuando pensamos en playa a todos se nos viene a la cabeza el Mediterráneo. Este mar cuenta con numerosas costas, siendo una de las más bonitas la Costa Blanca que recorre la provincia de Alicante. En ella vamos a descubrir algunos de los pueblos que a partir de ahora se van a convertir en tus favoritos para dar un paseo por sus calles.

Altea

Philip Capper (Flickr)

Philip Capper (Flickr)

Es uno de esos pueblos que hay que visitar al menos una vez en la vida. Con una población de más de 20000 habitantes conserva entre sus calles la magia de un lugar tranquilo. Unas calles con fachadas pintadas de blanco que desembocan en su puerto, deportivo y pesquero. Una tradición, la pesca, muy arraigada desde el siglo XVIII pero ha dado paso a un paseo marítimo colmado de restaurantes y pequeñas tiendas en las que comprar cualquier maravilla artesanal.

Uno de sus espacios mágicos es el conocido como pueblo antiguo. Se sitúa en lo alto de la colina, junto a la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo. Imagina la belleza de este edificio de 2 cúpulas al que se le llama la cúpula del Mediterráneo. Los miradores que encontrarás en la zona te mostraran un pueblo de calles empedradas en el que parece que el tiempo se ha parado.

Orihuela

Keith Williamson (Flickr)

Keith Williamson (Flickr)

A orillas del río Segura descansa esta ciudad, uno de las más grandes tanto por números de habitantes como por extensión. Pero Orihuela es mucho más y es que también es la ciudad de Alicante que cuenta con más monumentos entre sus calles.

Unas calles que podrás descubrir y recorrerlas a través de diversas rutas entre la que destacamos la Senda del poeta. Con dificultad media-baja esta ruta que llega hasta la capital sigue un itinerario en el que descubrirás los pasos del poeta Miguel Hernández desde su nacimiento hasta la muerte. Conocerás donde nació, que callejuelas recorría de niño y dónde formó una familia así como los lugares que le sirvieron de inspiración para su obra.

Villajoyosa

Roger Davies (Flickr)

Roger Davies (Flickr)

La Sierra de Aitana y el río Amadorio coronan este pueblo con origen en la Edad de Bronce. El Museo del Chocolate Valor y Claviqueño que allí encontrarás es una opción perfecta para endulzarse la vida, pero luego hay que bajarlo, y no hay mejor forma de hacerlo que dando un paseo por su Conjunto Histórico-Artístico.

Murallas renacentistas y la Iglesia se sitúan en su casco antiguo mientras que por toda la villa encontrarás numerosas torres de vigilancia como la de Dalt, la del Charco o la del Baix.

En la bahía las largas playas de fina arena que te invitan a darte un relajante baño se entremezclan con pequeñas calas de fuerte oleaje que conquistarán tu vista.

Denia

Esteban Chiner (Flickr)

Esteban Chiner (Flickr)

Esta ciudad, declarada Ciudad Creativa de la Gastronomía, multiplica por 5 su población durante el verano. Se alza sobre un puerto natural y está coronado por un castillo construido por los moros que alberga en su interior un Museo. Entre sus calles, de marcada influencia árabe, encontrarás barrios antiguos como el de Baix la mar, que era de pescadores.

Su bahía, de 20 kilómetros de largo, distingue 2 zonas: Las Marinas y Las Rotas, unas más grandes y arenosas mientras que las segundas son pequeñas calas rocosas.

Calpe

Miguel Gutiérrez Rodríguez (Flickr)

Miguel Gutiérrez Rodríguez (Flickr)

Con casi el 50 % de la población de origen extranjero queda claro que este pueblo enamora y es que no es de extrañar teniendo en cuenta que aquí encontramos numerosas calas, murallas, o el castillo, una fortaleza musulmana edificada en el siglo XVI para proteger al pueblo de los piratas, y el Parque Natural del Peñón de Ifach.

Alicante cuenta con numerosos peñones siendo una de los más característicos el que se alza en este pueblo a 332 metros de altura. Escaladores coronan su cima, mientras sus profundidades son buceadas por submarinistas.

Villena

santiago lopez-pastor-FLICKR

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Villena es una de las poblaciones más bellas del interior de la provincia de Alicante. Se estructura en torno al imponente Castillo de la Atalaya, una fortaleza de finales del siglo XII.

En el paseo por esta localidad que compagina a la perfección lo antiguo con lo nuevo, encontramos también el Tesoro de Villena, un conjunto de piezas de oro que dan fe del pasado glorioso del lugar.

Jávea

Oswaldo Rubio-FLICKR

Oswaldo Rubio-FLICKR

Jávea puede presumir de albergar las playas más bellas de toda la provincia. Son, en su mayoría, unas playas de piedras y aguas cristalinas que bien podrían ser protagonistas de cualquier postal.

La cala Granadella o la Barraca son algunas de las más idílicas. También puedes contemplar el mar desde las alturas. Para ello, no olvides hacer la fantástica ruta de los 15 miradores.

Petrer

Javier Moreno Vilaplana-FLICKR

Javier Moreno Vilaplana-FLICKR

Apetece recorrer las callejuelas de Petrer para descubrir su castillo y otros rincones como las casas-cueva de la muralla o la iglesia parroquial de San Bartolomé.

Pero también sorprende por la belleza de su entorno y de enclaves como la sierra de El Caballo o el Arenal de l’Almorxó.

Guadalest

Roger Davies-FLICKR

Roger Davies-FLICKR

No es atrevido afirmar que Guadalest es uno de los pueblos con más encanto de la provincia.

El Castillo de Guadalest, situado a más de 500 metros de altura sobre un peñasco, tiene buena culpa de ello. El cercano embalse, de un tono azul turquesa, se encarga de poner una nota de color al hermoso conjunto.

Guardamar del Segura

Enserotonination & Friends & The Oveja-FLICKR

Enserotonination & Friends & The Oveja-FLICKR

Las suaves dunas que rodean sus playas y los más de 11 kilómetros de litoral, son solo dos de las razones por las que deberías visitar Guardamar del Segura.

A vista de pájaro, además, se observa que la localidad se encuentra rodeada de extensos pinares. Un enorme pulmón verde a un paso del mar.

Polop de la Marina

Juan Carlos-FLICKR

Juan Carlos-FLICKR

Polop de la Marina es uno de los pueblos de interior más bonitos que se pueden encontrar en España.

Una alternativa perfecta para desconectar del bullicio de la costa. El municipio tiene un telón de fondo incomparable como es la sierra del Monte, cuyas tonalidades contrastan con el blanco de las casas.

Cocentaina

Manel-FLICKR

Manel-FLICKR

A medio camino entre las ciudades de Alicante y Valencia se erige la capital de la comarca del Comtat.

Cocentaina es una población de calles tranquilas, donde disfrutar de edificios históricos como el Castillo del siglo XIV o el Palacio Condal.

No te vayas sin probar el herbero, una deliciosa bebida espirituosa de hierbas de la Sierra Mariola.

Biar

Exenf-FLICKR

Exenf-FLICKR

Una fortaleza del siglo XII situada sobre un cerro se encarga de dar la bienvenida a esta villa alicantina de interior.

Además de su castillo, Biar acoge un interesante santuario de estilo neoclásico y un acueducto ojival a las afueras del pueblo. Acércate y podrás contemplar una de las vistas más especiales del municipio.

Novelda

-Merce-FLICKR

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A orillas del río Vinalopó se extiende esta población de carácter modernista. El santuario de Santa María Magdalena es su monumento más representativo y recuerda inevitablemente a la Sagrada Familia de Gaudí.

El Castillo de la Mola, de origen islámico, es otra de las obras arquitectónicas que no pasan desapercibidas.

Sax

Chechi Peinado-FLICKR

Chechi Peinado-FLICKR

Lo primero que llama la atención de Sax es su castillo roquero, que se levanta 500 metros sobre el nivel del mar.

A partir de aquí, comienza la bajada hacia el casco histórico, donde también encontramos otros puntos de interés como la Ermita de San Blas, la Casa de la Torre o el Pocico de la Nieve, un pozo para almacenar nieve, en desuso desde el siglo XIX.

Agres

Judit Sala Trenzano-FLICKR

Judit Sala Trenzano-FLICKR

En pleno Parque Natural de la Sierra Mariola se halla uno de los pueblos más pintorescos de la provincia.

Agres es un centro de peregrinación y, de hecho, su mayor reclamo es el Santuario de la Mare de Déu del Castell, levantado sobre los restos de un antiguo castillo.

Muy curiosas son también las múltiples cuevas de almacenamiento de nieve dispersas por el municipio, como la Cava Arqueada o la Cava del Buitre.

Alfaz del Pi

Julie Gibbons-FLICKR

Julie Gibbons-FLICKR

Alfaz del Pi ha hecho de la naturaleza su mejor aliada. Se localiza a un paso de la Sierra Helada, mientras mira al mar Mediterráneo.

Cuenta con 4 kilómetros de costa, en la que destaca la playa de El Albir. Esta playa, además, se puede recorrer a través de un curioso Paseo de las Estrellas.

No te pierdas tampoco la iglesia parroquial Cristo del Buen Acierto y el Castillo Conde de Alfaz.

De norte a sur y en el interior o en la costa, esta provincia es perfecta para recorrerla con la familia y maravillarse por sus calles con la historia que los pueblos que la han habitado nos han dejado en esta zona mediterránea.

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