Ruta gastronómica en Semana Santa

El silencio que precede el sonido de tambores y cornetas marca el inicio de la Semana Santa. Una época del año que, como cualquier otra en nuestro país, tiene sus propios rituales en cuanto a alimentación se refiere. Poco importa si vivimos intensamente la sobriedad de las procesiones de Castilla y León, o si preferimos arrancarnos por una saeta sevillana; a la hora de comer, las diferencias se diluyen en el plato.

Por todos es conocido que la carne es un producto a evitar durante la semana de pasión, pero existen muchas alternativas que se extienden por toda la geografía y que pueden resultar un buen incentivo para visitar las localidades realizando un particular y delicioso Vía Crucis.

 

Potaje de Garbanzos

Biheta FLICKR

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Uno de los platos más extendidos por el país es el potaje de garbanzos. Con algunas variantes dependiendo de la región, este guiso se cocina principalmente con garbanzos, bacalao y espinacas. Es un plato típico de los viernes de Cuaresma, que también se llama potaje de vigilia.

 

Sopas de ajo

Adrián Martínez FLICKR

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Tradicional del norte de España es este plato también llamado sopa castellana. La receta se compone por una especie de sopa con trozos de pan duro en agua y con un buen puñado de pimentón, aceite, ajo, laurel y huevo escalfado. Es una comida que adquiere especial importancia en la Semana Santa de León y de Zamora, donde cumple la función de caldear los cuerpos de quienes pasan las largas noches en las frías calles castellanas.

 

Bacalao

Javier Lastras FLICKR

Javier Lastras FLICKR

Uno de los platos por excelencia de la Semana Santa. Se prepara de diversas maneras: en tomate, en salsa verde, al pil-pil, en buñuelos, en croquetas… Variedades que dependen más que nada de la zona de España en la que nos encontremos, pero que sin duda hacen del bacalao un suculento manjar preparado para hacernos la boca agua.

 

Hornazo

Manuel FLICKR

Manuel FLICKR

Esta especie de empanada típica tanto del norte como del sur de España, cuenta con una tradición que se repite. En todas partes se utiliza el huevo duro en su elaboración y se destina su consumo a los días previos o posteriores a la Pascua. Esto se debe a una época en la que los huevos se consideraban carne y se cocían durante la Cuaresma para reservarlos hasta poderlos comer.

 

Patatas viudas

Rodrigo Fernandez-FLICKR

Rodrigo Fernandez-FLICKR

Variedad de las Patatas a la Riojana que adquiere su nombre por la falta de chorizo que caracteriza al plato original. Es un guiso que cada vez está más de moda durante estas fechas por su fácil preparación y por lo saciante de su consumo.

 

Torrijas

Tnarik Innael FLICKR

Tnarik Innael FLICKR

Uno de los productos estrella de la Semana Santa es este tradicional dulce que también se consume en todo el territorio español. Es un plato de origen humilde que en primer momento servía para saciar a quienes tuvieran la tentación de comer carne durante la cuaresma. También hay quien dice que nacieron a finales del siglo XV en los conventos de Andalucía, para dar uso al pan que sobraba en las comidas. Sea como fuere, lo cierto es que este plato se ha extendido por todos los hogares, con pequeñas diferencias dependiendo del gusto y de la zona en la que nos encontremos.

 

Pestiños

Tamorlan WIKIPEDIA

Tamorlan WIKIPEDIA

Otro dulce típico de este tiempo, pero que se come durante todo el año, es el pestiño. Elaborado con masa de harina, aceite y miel, resulta un exquisito manjar que tradicionalmente se consumía en el sur de España pero que poco a poco va ganando adeptos por todo el país. Entre todos los que se realizan destacan los elaborados en lugares como Cádiz, Sanlúcar de Barrameda, Chiclana de la Frontera o Medina Sidonia.

Mona de Pascua

Biheta FLICKR (2)

Biheta FLICKR (2)

Elemento que no puede faltar en los hogares valencianos y catalanes. Cada comunidad tiene su propia tradición respecto a su uso y elaboración, pero coinciden en la forma de torta que simboliza el fin de la Cuaresma.

En la Comunidad Valenciana puede ser salada o dulce y se suelen consumir acompañadas por huevos de verdad o de chocolate. En el primer caso, sirven también para formar un conjunto con la longaniza de pascua. Existe la tradición de que el padrino regale una mona a su ahijado el Domingo de Pascua, juntándose posteriormente las familias para consumirlas juntas.

En Cataluña ha evolucionado de tal manera que ahora es básicamente una figura de chocolate con todo tipo de formas y dulces que hacen las delicias de los más pequeños.

Junto a estas recetas existen otras muchas quizá menos conocidas pero igualmente deliciosas. Mención especial merece el “pa torrat” de Crevillente, en Alicante, los huesillos extremeños, el sancocho canario, los crespells de Mallorca, las flores dulces o la leche frita.

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