Mejores lugares para ver los mares de nubes en Canarias

¿Quién no se ha tumbado alguna vez sobre el césped a contemplar las nubes y sus caprichosas formas? Algo tienen que a una gran mayoría nos embelesan y podemos estar horas y horas contemplando cómo se van moldeando a capricho del viento.

Pero si hay un espectáculo digno de ver son los mares de nubes tan característicos de las Islas Canarias que muchos inmortalizan en postales para enmarcar.

Aunque, antes de contarte los rincones canarios con mejores vistas a este fenómeno de la naturaleza, ¿quieres saber por qué se forma? Pues… ¡pon atención!

¿QUÉ SON LOS MARES DE NUBES?

Como decíamos, es un fenómeno, aunque meteorológico para ser más concretos, en el que los vientos alisios provenientes del anticiclón de las Azores, empujan las nubes y éstas se estancan contra las laderas de las montañas formándose, a una altitud entre los 500 y 1.500 metros, una tupida manta blanca que, popularmente se conoce como panza de burra.

Para observar este impresionante paisaje, lo ideal es viajar en verano, pues es más común la formación de los mares de nubes en esta época que el resto del año.

Ahora que ya sabes cómo se forma un mar de nubes, estarás deseando saber qué puntos estratégicos son los mejores para llevarte de recuerdo una fotografía de revista, así que, no te hacemos esperar más… ¡aquí van!

LAS CAÑADAS DEL TEIDE (TENERIFE)

Como es obvio, una de las imágenes más famosas del Teide es su tupido mar de nubes alrededor de su cráter, que podrás contemplar bajo tus pies y en todo su esplendor desde la cima más alta de España, aunque si coincide el día despejado, también vale la pena la panorámica, ya que podrás vislumbrar las islas cercanas a Tenerife.

Las Cañadas, junto con el volcán más alto de nuestra geografía, forman el Parque Nacional del Teide, nombrado como tal en 1954, para conservar el patrimonio natural que supone el pintoresco paisaje de gran valor medioambiental.

Para llegar hasta la cima, la forma más cómoda es subirse en el teleférico, en la base del Teide, que te llevará hasta La Rambleta, a algo más de 3.500 metros, y desde ahí emprender el recorrido por el sendero Telesforo Bravo (señalizado como el sendero nº 10). Cabe recordar que para ello, al ser un espacio protegido, hay que solicitar permiso previamente para realizar la travesía.

ROQUE NUBLO (GRAN CANARIA)

Nos situamos en Tejada, un municipio en el centro de la isla, elevándose abruptamente esta impresionante formación volcánica que es Monumento Natural y Reserva Mundial de la Biosfera, título otorgado por la UNESCO.

Es el lugar más elevado de Gran Canaria siendo el Pico de las Nieves el punto más alto con 1.949 metros sobre el mar, y, además, para los antiguos habitantes de la isla es, también, un espacio sagrado.

El recorrido para subir a la cumbre no es demasiado complicado, aunque la pendiente es algo pronunciada, así que, mejor ir despacito y con buena letra. La mejor vista del mar de nubes la obtendrás desde el altiplano de Roque Nublo, junto al espectacular monolito que da nombre al parque rural donde se encuentra.

MIRADOR DEL MORRO AGANDO (LA GOMERA)

Además de la panorámica, uno de los grandes atractivos de este mirador es su situación, puesto que está entre tres espacios naturales: El Monumento de los Roques, El Parque Nacional de Garajonay, y la Reserva Natural de Benchijigua.

El Roque Agando, desde donde podemos contemplar el mar de nubes con el Teide al fondo, está a más de 1.200 metros de altitud, asentado sobre la chimenea de un antiguo volcán.

Llegar hasta él no implica mucha dificultad, ya que la carretera principal que parte de la capital, San Sebastián de la Gomera, y que recorre el impresionante Parque del Garajonay -al que te recomendamos una visita si tu tiempo te lo permite-, cuenta con acceso a este paraje natural.

MIRADOR DE LA PEÑA (EL HIERRO)

A pesar de ser el situado a menos altura (700 metros) de los anteriormente mencionados, sus vistas no dejan indiferente a nadie.

Se encuentra en el municipio de Valverde, y es una de las zonas más visitadas de esta isla, puesto que el arquitecto canario más célebre, César Manrique, creó un espectacular edificio totalmente integrado en el paisaje, con elementos como la piedra volcánica y la madera como principales protagonistas, en una arquitectura de sabor herreño que le ha valido para ser nombrado Bien de Interés Cultural.

Los balcones de este edificio o sus cuidados jardines es el lugar clave para observar el manto de nubes cubriendo el paisaje, ofreciendo una atmósfera de belleza única.

Además, hay un añadido extra, y es que, podrás contemplar este mágico fenómeno mientras comes, puesto que hay un restaurante con vistas panorámicas al Valle de El Golfo.

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