Los lugares más raros de España

Viajar es descubrir lugares únicos y llenos de encanto, y ese encanto lo podemos encontrar en espacios naturales, en patrimonio y también en lugares misteriosos e insólitos. Haciendo turismo rural también puedes encontrar un montón de lugares raros en nuestro país.

Si tu alma de viajero intrépido y curioso brota por todos los poros y te interesan esos espacios a los que no todo el mundo puede llegar y seguro, son los menos conocidos, no pierdas detalle de lo que te vamos a contar hoy. Porque las rarezas también son bellas y merecen una visita.

¡Te vamos a sorprender con esta lista de los lugares más raros de España!

Dag Shang Kagyü

Una de las estampas más impresionantes de nuestro país la forma este espectacular templo budista ubicado en la población de Panillo, en Huesca. Un lugar que nos hace viajar a Asia sin salir de nuestro país, y que es uno de los referentes para esta comunidad religiosa.

Construido en 1984 siguiendo la línea tradicional para este tipo de construcciones, se puso en funcionamiento un año más tarde con el objetivo de servir para la práctica y el estudio del budismo. Actualmente viven en él hasta ocho Lamas (maestros espirituales y máximas autoridades), pero también ofrece la opción de retiros espirituales de corto y largo tiempo, en el albergue que está entre sus instalaciones.

Cementerio de Arte

Te hacemos viajar hasta el pueblo de Morille, que forma parte del territorio de la provincia de Salamanca, para que disfrutes de uno de los cementerios más raros y a la vez, curiosos de nuestro país.

Su rareza reside en que, lejos de estar enterrados cadáveres, lo que hay bajo sus tumbas son todo tipo de obras de arte. Un auténtico camposanto de obras, instrumentos musicales y objetos que no verás, porque sus tumbas, epitafio incluido, los protegen.

Son 70 hectáreas de pura rareza creada por Domingo Sánchez Blanco y Javier Utray en la que se han enterrado cosas tan curiosas como manuscritos de Fernando Arrabal, o una camiseta y un balón de la Selección Española del Mundial de 2010 cedidos por Vicente del Bosque. ¿Impresionado?

Cementerio de Portela

La cosa va de cementerios raros, y en este aspecto, el Cementerio del Fin del Mundo se lleva la palma. Ubicado en Finisterre, A Coruña, se trata de una de las construcciones más controvertidas de nuestro país. No hay más que ver la foto.

Creado por el escultor César Portela en 1998 pero finalizado en el año 2000, este cementerio que consta de 12 imponentes nichos en forma de cubos de granito tiene vistas al mar. Mal augurio según los supersticiosos, que dicen que los muertos nunca pueden mirar al mar. Quizás por esto jamás se ha llegado a enterrar a nadie en ellos, y quizás también, su rarísima estampa frente a la Costa da Morte, inspiró a Netflix para crear una serie de ciencia ficción rodada en este paraje. Altered Carbon era su nombre, aunque posteriormente se canceló.

De lo que sí estamos seguros es de que la estampa es sorprendente.

Wamba

Quizás no te suene de nada este nombre, pero a partir de ahora, lo sabrás ubicar dentro del mapa de la provincia de Valladolid como uno de los pueblos más raros que has visto. Te contamos porqué.

La primera de sus rarezas es el nombre, que es además el único de toda España que comienza por W, aunque se pronuncie como «bamba«, y que se debe a un monarca de origen godo que reinó en este territorio entre el año 672 y el 680.

Y si esto ya te sorprende, prepárate a adentrarte en su iglesia, en la que se descubre una sala forrada de calaveras que se llama la Capilla de las Ánimas. Pero aquí no acaba la cosa, y es que son más de 2.000 cráneos los que encontrarás en el interior, perfectamente encajados y mezclados con fémures y omóplatos. El mayor osario de España está muy cerca.

Barco fantasma American Star

Seguro que conoces la historia del Titanic. Pues este barco era su competencia. Un lujoso transatlántico americano que encontró su final en aguas de Fuerteventura.

Fue en enero de 1994 cuando un rabioso temporal lo hizo encallar en la parte sur de la costa de Fuerteventura. Durante 13 años, se podía ver una parte completamente oxidada que sobresalía de sus aguas hasta que en 2007 se hundió por completo, quedando para siempre en el fondo del Atlántico.

Cuenta la historia que durante sus años de esplendor, dos espías nazis se infiltraron entre la tripulación de este malogrado transatlántico que hoy se puede recordar en uno de los bares de Puerto del Rosario, decorado con piezas rescatadas del propio barco.

El Jardí de Peter

Otro de los lugares raros de nuestro país lo encontramos a las afueras de la Pobla de Benifassà, en Castellón. Un jardín poco convencional que romperá esa idea que tienes en mente de los jardines tradicionales.

Una vez pongas un pie en esta atípica creación de Peter Buch, te adentrarás completamente en un mundo de fantasía a partir de numerosas esculturas, figuras imaginarias y casitas que puedes visitar, a partir de cemento y azulejos que forman caras y cuerpos que se integran con la naturaleza que rodea este espacio.

Se puede visitar de 11 a 19 horas, y la entrada es de un mínimo de 3.50€ a modo de donación que su creador invierte en seguir construyendo este mundo imaginario en tierras valencianas.

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