4 oasis naturales para dejar viajar la mente

No queremos ponerte los dientes largos, ni mucho menos. Queremos que conozcas, a través de las imágenes que vamos a enseñarte, algunos rincones de nuestra geografía que seguramente te hayas estado perdiendo.

Y ahora que tienes tiempo, no dudes en organizar un viaje, sea cuando sea, a estos oasis naturales en los que estamos seguros de que vas a disfrutar muchísimo.

Algunos ocupan comarcas, otros son pequeños rincones con encanto en los que el verde y el azul son los protagonistas de un escenario que no puedes dejar de inmortalizar. Otros, son el reclamo para los turistas, y el desahogo para esas ciudades que navegan entre los humos de la contaminación. Un respiro para el medioambiente, que también puede dárnoslo a nosotros.

Así que, a partir de este momento, empezamos a crear en tu mente el viaje perfecto, en el lugar perfecto, y con el enfoque perfecto para ti y los tuyos.

¿Nos acompañas?

La Fuentona

Raúl AB-FLICKR

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Un punto de visita obligada para aquellos que que viven, o que viajan hasta la provincia de Soria, que seguramente no imaginarían encontrar un lugar como éste.

El primero de los oasis que queremos visitar hoy se encuentra en el municipio de Muriel de la Fuente, y te va a dejar con la boca abierta. Te contamos.

Este lienzo se pinta con verdes intensos y azules propios de una laguna rodeada de la más espesa vegetación, y por su forma circular además, se le conoce como Ojo de Mar. Que ¿por qué? Pues porque aún no es un dato contrastado al 100%, pero es posible que sus aguas, que emergen de la tierra y que son cuna del río Abión, conecten subterráneamente con el mar.

Además, por su espectacular belleza es Monumento Natural.

 

Comarca de la Vera

Freebird-FLICKR

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No se puede elegir un punto en concreto de esta zona de Extremadura. Y es que, cada uno de los componentes de La Vera, hacen que sea un auténtico oasis lleno de encanto, y en el que vas a poder encontrar los rincones con más encanto que imagines.

La amplitud del territorio le permite contar en su haber con casi cincuenta gargantas de pura vida en forma de agua. Algunas más conocidas, como la Garganta del Diablo, y otras con menos fama, pero igualmente impresionantes que permiten, en la época estival, que propios y extraños encuentren el lugar de baño ideal para refrescarse cuando Lorenzo apriete.

Todo esto, al abrigo de la Sierra de Gredos que, con sus montañas hacen que sea el lugar ideal para pasar unos días de descanso.

 

Monasterio de Piedra

Pablo Sanchez Martin-FLICKR

Pablo Sanchez Martin-FLICKR

En mitad de una de las ciudades más importantes, nos encontramos con un oasis lleno de naturaleza y tradición, donde cada paso que des, será descubrir un rincón más bonito aún que el anterior.

Si quieres conocer a fondo esta joya de Zaragoza, no hay mejor forma que pasear entre sus caminos, en los que le rumor del agua de las múltiples cascadas y saltos de agua, te guiarán.

Aunque toda su extensión es espectacular, hay sin duda, lugares famosos por su espectacularidad que hacen de este Parque Natural, uno de los lugares más visitados.

Hablamos, entre los que más seguidores tiene, de la Cascada Cola de Caballo, que es la más alta de todas las que hay en el este rincón, declarado Monumento Natural, y llegando a los 90 metros de caída.

Pasear entre sus cavidades y disfrutar de la estampa es algo que sin duda, tienes que hacer.

 

La Alcarria

Frayle-FLICKR

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Una de las zonas más extensas que vamos a enseñarte hoy es ésta que ocupa tres provincias: Guadalajara, Cuenca, y un espacio de la parte sur de Madrid.

Es un lugar en el que la naturaleza y la tradición se dan la mano para ofrecer uno de los espacios más extensos y con más encanto que puedas imaginar. Aquí, hay que hacer un parón casi en cada rincón, donde se agolpan los pueblecitos con encanto, con arquitectura tradicional, y donde se nota la esencia de la serranía.

Además, en primavera, los campos de lavanda en flor tiñen cada punto de La Alcarria para demostrarte que la primavera sí tiene un color predominante.

La tierra de Don Quijote, y lugar de inspiración para una de las obras de Camilo José Cela, no podía ser de otra manera, ¿no?

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