El ocio ha cambiado radicalmente con el paso de los años. La naturaleza y la actividad física han dado paso a las tecnologías, que inventan cada día nuevas formas de mantenernos entretenidos pegados a una pantalla de televisión, de teléfono o de ordenador.
En un mundo en el que gastamos ingentes cantidades de dinero en tener la marca de turno, y luego gastamos otro tanto en gimnasios para obligarnos a hacer deporte, no estaría de más echar un vistazo al pasado. Un tiempo en el que nuestros padres y abuelos pasaban largas horas disfrutando con elementos tan simples como la tierra, las piedras y los palos.
Aunque en la actualidad es raro ver en los centros urbanos este tipo de diversión, basta con acercarse al mundo rural para comprobar cómo los juegos más tradicionales plantan cara a la amenazante tecnología.
La rayuela
Manuel P Báñez FLICKR
Este juego es uno de los más característicos de todas las épocas. Juego que además es la base sobre la que se asientan juegos posteriores como el laberinto, la petanca y el juego de la oca. Consiste en avanzar saltando con un solo pie por una serie de cuadros dibujados en el suelo y asignados con números del 1 al 10, apoyando ambos pies únicamente en las casillas dobles. Fue durante mucho tiempo la opción preferida por los más pequeños durante los recreos de las horas de clase, por lo que no es de extrañar que todavía pueda verse en los patios de los colegios.
Las canicas
Enrique Calabuig FLICKR
Estas esferas de colores, generalmente de vidrio o de otros materiales transparentes, ganaron en su momento una popularidad que ha sabido mantenerse hasta nuestros días. A pesar de las variantes de juegos que hay en torno a esta actividad, el principal objetivo es siempre lanzarlas de modo que se aproximen a otras canicas o a agujeros.
Churro, media manga, mangotero.
Difícil resultaría explicar a un extranjero el proceso de este juego, también conocido como churro va o burro va. La mecánica consiste en correr y saltar sobre las espaldas agachadas de una fila de personas, procurando no perder ningún diente en el proceso. Parece más complicado de lo que en realidad es, pero ya que estamos en la era visual, nada mejor que una descripción gráfica.
El trompo
juantiagues FLICKR (2)
También conocido como peonza, es uno de esos casos extraños en los que actualmente ha adquirido una popularidad que lo ha llevado a verse incluso en los centros de las grandes ciudades. Se basa en hacer girar el objeto sobre un punto, para posteriormente realizar diversos trucos y equilibrios con él en movimiento.
La rana
juantiagues FLICKR
Juego que habitualmente practican los adultos, aunque también cuenta con su versión infantil. Se trata de un juego de precisión, en el que el jugador debe lanzar fichas o discos de hierro a una mesa con agujeros donde también aguarda la figura de la rana con la boca abierta. En algunos casos incluso se generan apuestas económicas que elevan la competición y la emoción de los participantes, que en última instancia deben conseguir “dar de comer” a la rana.
La petanca
Jose Manuel mazintosh FLICKR
En este caso se trata de otro juego, también considerado deporte, para adultos, que en muchos casos practican los “más adultos” del pueblo. La meta de la actividad es lanzar bolas o discos metálicos hacia una pieza de madera puesta en el suelo, de modo que queden tan cerca como sea posible. Es un juego que surgió en Francia, en 1907, y que se extendió rápidamente por muchas partes del mundo.
Juegos de cartas
Nacho FLICKR
Claro que si la pereza te invade, o hace mucho frío fuera, existe la posibilidad de disfrutar de una buena tarde de cartas mientras el brasero cumple su misión en la camilla. Las cartas de la baraja española son una buena compañía para pasar el rato con juegos de sobra conocidos por todos, como la brisca, el cinquillo, el mus…
vaya recuerdos jajajaj pero por desgracia ahora algunos de esos juegos ya no se juegan ahora la gente se va mas a juegos de android y iphone y esas cosas que no tienen valor ahora.