Las vacaciones de verano son para relajarse y descansar, pero para muchos hay un impedimento, las altas temperaturas. Y es que el calor ha llegado para quedarse.

Maneras para combatirlo hay muchas, escaparse a la playa o refrescarse en piscinas naturales son algunas de ellas.

Pero en  casasrurales.net tenemos la clave para disfrutar de un verano diferente alejado del calor: destinos que son refugio donde el frescor no es efímero cuando uno se seca, donde la sensación de derretirse al salir a la calle es un espejismo, y donde las olas de calor se surfean con ánimo.

La Hiruela (Madrid)

Sí, en Madrid también hay rincones en los que no todo es bullicio, basta con alejarse un poco para huir del calor del asfalto de la capital y adentrarse en un entorno natural que se entremezcla con calles empedradas y un patrimonio arquitectónico único.

Este pueblo ubicado en pleno corazón de la Sierra del Rincón, Reserva de la Biosfera por la UNESCO, se trata de un enclave desde donde parten rutas de senderismo señalizadas como la Senda de la Fuente Lugar o la Ruta del Molino Harinero.

Al estar emplazado en la sierra hay un microclima con un ambiente fresco, tal es así que durante los meses de verano las máximas rondan los 24- 28 °C y las mínimas llegan a bajar hasta los 10°C.

Trevélez (Granada)

Ya lo decía el poeta Francisco de Icaza, Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada. Y es que el calor no puede ser un impedimento para disfrutar de esta provincia. 

Situado en la Alpujarra granadina se ubica Trevélez, el pueblo más alto de la península. Si a la arquitectura típica andalusí de casas de fachadas blancas que ayudan a mantener temperaturas agradables y calles estrechas que evita una exposición del sol directa, se le suma que se encuentra a pies del Mulhacén y a casi 1.500 metros sobre el nivel del mar, convierte a esta localidad en un refugio perfecto para sobrevivir a las olas de calor.

Fredes (Castellón)

No es casualidad que hayan bautizado a este pequeña joya de la Comunidad de Valenciana como el «pueblo frío». La ubicación a 1.090 metros de altitud de esta pedanía perteneciente al municipio de La Pobla de Benifassà, Castellón, garantiza unas temperaturas suaves, con máximas durante el día que rara vez superan los 28 °C y con noches frescas que harán que duermas del tirón, ¡incluso arropado!

Tejedo de Ancares (León)

Ubicada en el Valle de Ancares, el clima montañoso de esta localidad del Bierzo lo convierte en un entorno en el que parece que el calor no existe.

Las temperaturas durante el día son agradables, en ocasiones el termómetro llega a los 27 °C, pero es un calor de montaña, más amable, donde el bochorno no existe al estar rodeado de vegetación. Y llegada la noche, puede que necesites un complemento que seguro que tienes guardado, una manta fina, porque llegan a caer hasta los 10 °C- 14°C.

Pola de Somiedo (Asturias)

Este destino es mucho más que un refugio donde escapar en los días más calurosos del verano. Es un lugar con un paisaje espectacular en el que poder hacer rutas de senderismo. Se ubica en el interior del espacio protegido del Parque Nacional de Somiedo.

El paisaje verde de montaña, bosques y lagos que lo envuelve mantiene una humedad en el ambiente que hará que te olvides del abanico y puedas disfrutar de actividades al aire libre, pues las temperaturas más altas llegan hasta los 26°C y las bajas rondan los 12-14 °C.

¡Ya no hay excusas para sacar el máximo partido al verano! Anota estos lugares y disfruta sin calores sofocantes, ideales para descansar plácidamente en la noche y disfrutar al máximo las mañanas en las calles, como cuando éramos niños y el calor no importaba.