¿Conoces todas las posibilidades que tienes para visitar los rincones de nuestra geografía? Seguro que no, y es que hay escondidos entre los paisajes más abruptos, pueblos con mucho encanto que se han conservado perfectamente.
Si te gusta la montaña y sus vistas, y te encantaría quedarte a vivir allí mismo, te contamos un plan al que no podrás decir que no.
Te proponemos hacer turismo rural por alguno de los pueblos más recónditos del país, al abrigo de los picos de mayor altitud, y de las laderas rocosas que más impresionan. Parece increíble pero sí. Todavía hay gente que vive en estos lugares que a veces, son los únicos puntos habitados de la comarca.
¿Te vienes a dar una vuelta por los 7 mejores pueblos de montaña? Pues a por las botas, que empezamos.
BÁRCENA MAYOR
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Se encuentra dentro de la zona de Cantabria, en uno de los paisajes verdes por excelencia, que comprende el municipio de Los Tojos.
Las vistas son a la fuerza, las mejores de la zona, ya que para verlo, tienes que levantar la mirada hasta los casi 500 metros de altitud. Se dice además, que es una de las zonas pobladas más antigua de la provincia.
Si vas a dar un paseo por el casco histórico, los tacones no son una opción. Toda su estructura, incluyendo las viviendas, son de piedra. Como antaño. Y en los alrededores, podrás disfrutar de las vistas del Parque Natural de Saja-Besaya, espacio en el que sólo escucharás a los habitantes de este pueblo. Es el único poblado.
POTES
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Seguimos en Cantabria, donde si te gusta la montaña vas a disfrutar como en ningún otro sitio. Montañas por todas partes.
Es el centro que rodean los cuatro valles principales de la comarca de Liébana, por lo que merecía sin duda alguna, una mención especial en nuestra lista. Además, una de las imágenes más fotografiadas es la que tiene como principal protagonista la montaña de Arabedes, que constituye el pico más alto de la zona.
Su valor paisajístico es alto, contando además de con montañas, con ríos como el Quiviesa o el Deva, de los más importantes de la localidad.
SALLENT DE GÁLLEGO
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Es un municipio que se enclava en uno de los panoramas naturales más bonitos de la provincia de Huesca. Sus vistas y valor paisajístico son muy altos debido a la localización en la que se encuentra.
Las vistas del embalse de Lanuza son las primeras que verás, ya que la población se encuentra a los pies del mismo, ofreciendo una frescura como en pocos lugares.
Además, la frontera con Francia está bastante cerca, por lo que si quieres visitar el país vecino, no te llevará mucho tiempo llegar. No obstante, te damos motivos para que te quedes aquí: su casco urbano, la iglesia gótica y, por supuesto, el pico de la Foratata.
ANSÓ
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También se encuentra dentro de Aragón, y en la provincia de Huesca.
Su localización es muy agradable, a la par que impresionante ya que el escenario es el valle del río Veral, que pertenece a la zona de los Pirineos. ¿Te lo imaginas?
Pues te ponemos en situación, un lugar formado por un casco urbano empedrado, rodeado de picos altos de montañas, como es el caso de la Mesa de los Tres Reyes, una zona a más de 2.400 metros, entre otros muchos.
Su estructura guarda peculiaridades en cuanto a la forma constructiva, que cuenta con pasillos estrechos entre las diferentes casas, denominados en la zona arteas.
No te lo puedes perder.
CAMPILLO DE RANAS
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Ubicado en pleno Parque Natural de la Sierra Norte, este pueblo de Guadalajara se engloba dentro de la zona que comprende la ruta de los Pueblos Negros.
Su panorámica es muy agradable, y cuenta con unas vistas espectaculares que tienen el pico del Ocejón como invitado especial en una obra maestra de la naturaleza.
Campillo de Ranas ha sido además, referencia en alguna de las obras más importantes de nuestra literatura, como es el caso de los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós.
BEGET
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Un lugar único y poco transitado, que se encuentra dentro de la provincia de Girona.
Es quizás por su complicado acceso, y por su ubicación en plena montaña, por lo que Beget no es un destino transitado por los turistas, por lo que es una joya aún por descubrir.
Su casco urbano comprende joyas de distintas corrientes artísticas, como es el caso de la iglesia en honor a San Cristófol, declarada Bien de Interés Cultural Nacional, por lo que su belleza y atractivo son muy llamativos.
Sus dos puentes que cruzan el río, ponen el toque medieval de la zona.
ZAHARA DE LA SIERRA
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Es uno de esos destino que tienen magia, y que la desprenden.
Forma parte de la provincia de Cádiz, siendo otro de los parajes únicos con los que cuenta la bella Andalucía. Se enclava en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, donde el color verde de su vegetación, es únicamente interrumpido por el blanco del casco urbano.
Precisamente, forma parte de la Ruta de los Pueblos Blancos.
Además, cuenta con referencias de la época de dominio árabe, de la que se ha conservado el barrio nazarí, en la que destaca entre el resto de elementos, la Torre del Homenaje.
UNHA
Guillén Pérez-FLICKR
Poca gente conoce este pueblecito con encanto en el que puedes desconectar al máximo. Se encuentra en el Valle de Arán y todo lo que le rodea es pura magia.
Disfrutar de este pueblo significa retroceder al pasado, ya que es uno de los entramados que mejor han resistido al paso del tiempo, y donde podrás conocer alguno de los emblemas de su patrimonio como es el caso de la iglesia dedicada a Santa Eulalia.
¡Un rincón que descubrir entre las montañas!
Como ves, perderse entre las montañas será muy agradable. Y además, vais a poder disfrutar de la casi exclusividad en estas zonas.
