Las mejores zonas para bañarte en Castilla y León

Ancha es Castilla y secos los castellanos porque están lejos del mar en verano. ¡Pero no!. En cada una de sus nueve provincias hay al menos dos zonas de recreo para refrescarse en verano y de manera gratuita, que seguramente no conozcamos.

En este recorrido escaparemos no sólo del calor sino también del exceso de gente. Por favor conservemos el secretismo que los rodea y no los abarrotemos, en la medida de lo posible, para que sigan siendo encantadores rincones de Castilla y León para bañarse.


Y ahora, vamos a ver al borde de qué sitios dejan sus toallas los castellanoleoneses.

Charca de la Nieta (Ávila)

Encontramos esta piscina natural andando, a apenas 500 metros desde el centro del pueblo de Piedralaves, en dirección a la presa del Horcajo.

El enclave estaría compuesto por 2 piscinas separadas por un puente, un graderío a modo de solárium y, no muy lejos, hay un chiringuito donde refrescarnos también por dentro.

Elola de Gredos (Ávila)

Junto al refugio de montaña de Laguna Grande, en el circo glaciar de la sierra de Gredos, a 1950 metros de altura, se localiza esta masa de agua en la que sólo los más osados se atreven a sumergirse. Si alguna vez deseaste dejar de sudar y bañarte en agua helada, este lugar hará de tu fantasía una realidad.


Pantano de Arija (Burgos)

En el límite entre las comunidades de Castilla y León y Cantabria, se sitúa uno de los mayores embalses de España. Si bien es cierto que el mar Cantábrico no está muy lejos, en estas aguas también podremos disfrutar deportes acuáticos tales como el kitesurf o el windsurf debido a su extensión de más de 6000 hectáreas.

Si con una jornada nos hemos quedado cortos siempre podemos hospedarnos en alguno de los alojamientos del entorno cercano, como el Albergue de Arija, justo en la orilla. 

Cascada del Peñón (Burgos)

Junto al pueblo castellano de Pedrosa de Tobalina, se produce este salto de las aguas del río Jerea, que alcanza en algunos puntos hasta 12 metros de altura, donde algunos de sus visitantes intentan alcanzar el cielo con espectaculares chapuzones como resultado.


Ribera de Folgoso (León)

En este reacondicionamiento del curso del río Boeza, se ha aprovechado para proyectar una zona recreativa, apta para el baño, muy adecuada para un tranquilo ocio familiar.

Lago de Carucedo (León)

Si dentro de nuestro grupo de vacaciones hay división de opiniones en torno a qué hacer para entretenernos, no tendremos por qué pelearnos si visitamos un lugar en el que cada cual puede hacer senderismo, pescar, nadar o simplemente tomar el sol junto al agua si así lo quiere. Aquí todos serán bienvenidos y podrán disfrutar como quieran.

Covalagua (Palencia)

Es justo lo que deseas al acabar una ruta de senderismo. Una catarata de la que el agua fresca brota generando una laguna de tamaño mediano donde poder refrescarse y descansar. Y por si el remojón hubiese resultado insuficiente a poco más de 15 minutos podemos entrar en la Cueva de los Franceses para meternos bajo tierra, refrigerarse de una manera diferente, incluso hasta pasar frío.

Embalse de Aguilar de Campoo (Palencia)

Con poco más de 1600 hectáreas, este embalse quizá no permita actividades acuáticas de amplio calado, pero sí que se perfila como un sitio idóneo si lo que buscamos es que nuestro baño tenga un horizonte espectacular como puede ser la montaña palentina.


Pozas del río Batuecas (Salamanca)

En la comarca de La Alberca, junto al monasterio de San José, al abrigo de la vegetación de ribera, encontramos estos caprichos que el curso del río ha ido excavando con el paso del tiempo.

Charco el Piélago (Salamanca)

Después de que el Alagón se junte con el Quilama, se forma un remanso en el río principal que nos permite refrescarnos en un entorno de naturaleza abrupta.


El Chorro de Navafría (Segovia)

Zona recreativa de piscinas naturales formadas por el curso de agua proveniente del deshielo de la sierra que se extiende entre Madrid y la provincia castellana. Existe una ruta de senderismo de baja dificultad que asciende hasta varios miradores donde poder apreciar este espectacular salto de agua.

Fuente de la Salud (Segovia)

El que ha sido llamado el cenote segoviano, por sus aguas claras de reflejos turquesas, se localiza a 2 kilómetros del municipio de Sepúlveda. La temperatura de las minas, a diferencia de otras muchas de esta provincia, son templadas por su recorrido superficial en gran parte.


Las orillas del Duero en San Esteban de Gormaz (Soria)

Las facilidades de una piscina aplicadas a un río sin modificar su curso ni su caudal, para mantener su encanto natural nos transporta en la ribera de este pueblo a tiempos más sencillos.

Embalse de la Cuerda del Pozo (Soria)

A lo largo de todo el perímetro de este lago creado por la mano del hombre, existen numerosas playas con zonas recreativas que harán que podamos disfrutar un poco más del verano soriano.


Playa fluvial de Peñafiel (Valladolid)

Los inolvidables atardeceres con el Castillo de Peñafiel como fondo después de un día de visita por las bodegas de la comarca, aún pueden tener un broche de excepción con un agradable chapuzón en el río Duratón.

Playa de las Moreras (Valladolid)

En este caso, no tanto por lo mágico del entorno, sino por lo inesperado del baño, en la capital castellana encontramos un rinconcito urbano donde escapar de las altas temperaturas si nuestro verano tiene que pasar por las orillas pucelanas del río Pisuerga.


La Barca (Zamora)

Cerca de la población de  Camarzana de Tera encontramos este remanso de paz en el que el curso del río se tranquiliza junto a unas cuidadas zonas verdes preparadas al abrigo de la típica sombra de ribera castellana.

Embalse de Valparaíso (Zamora)

Siendo el más pequeño de los aquí expuestos, con 1200 hectáreas, aún permite deportes acuáticos y navegación, siempre lejos de las entradas de baño que hay junto a la zona de picnic. También se encumbra como un enclave privilegiado de la pesca lacustre.

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