Lightbooking Vacation Rentals- Villa Sol Lajares

Coqueta casa en el pueblo de Lajares, en la singular zona de Majanicho, situado en la parte norte de Fuerteventura. Este bonito alojamiento, con capacidad para albergar a 6 visitantes, nos dará la oportunidad de conocer la isla con un calmado punto de partida, idóneo para el descanso.

A disposición de sus huéspedes se ponen los siguientes espacios y elementos accesorios:

• El dormitorio intenta crear un ambiente austero en el que lo que predomine sea el descansar, por eso en esta habitación encontraremos un par de camas gemelas individuales y poco más.

• En el salón hay un rincón de lectura, en el que un cómodo sofá que es capaz de convertirse en cama, se sitúa bajo una lámpara de diseño y junto a un conjunto de mesas de café.

• La cocina está equipada con un gran frigorífico con congelador, microondas, vitrocerámica y una campaña extractora de humos. En su entorno más cercano encontramos un apartado donde se ha configurado un pequeño comedor compuesto por un conjunto de sillas y misa que puede ofrecer servicio incluso a 6 comensales.

• En el baño, al margen de los elementos sanitarios básicos como retrete, bidet o lavabo, también encontramos una bañera con una mampara retráctil que la permite funcionar a la vez como una cabina de ducha.

En el espacio exterior de la propiedad encontramos un jardín de plantas suculentas y una pequeña jaima o sotechado chill-out de uso compartido con el otro alojamiento colindante.

Deberíamos de aprovechar la posición relativa del alojamiento con el puerto de partida a Isla de Lobos, así podremos disfrutar de una magnífica excursión en la que visitar una isla desierta o al menos despoblada, ya que a pesar de haber un restaurante se trata de un terreno deshabitado desde que el último farero dejase de vivir en el faro que hay en la punta contraria de la isla a donde desembarcaremos. Allí podremos subir a la Montaña Colorada, un antiguo volcán dormido desde donde tener espectaculares vistas de Fuerteventura desde donde partimos o incluso en los días más claros llegar a observar la costa de la vecina Lanzarote.

Como dijera en una ocasión el genial escritor Miguel de Unamuno, eso que parece un pedazo del Sahara lanzado al Atlántico, eso son las magníficas Dunas de Corralejo, con 10 kilómetros de ancho y 2,5 de largo, este precioso arenal blanco que nos hace sentir levemente lo que es estar en el desierto, se acaba de una manera maravillosa al morir en playas de aguas de color turquesa en las que encontramos ambientes de lo más variopinto desde playas familiares, a rincones nudistas o spots perfectos para los deportes acuáticos.

Si nos sentimos especialmente aventureros podemos ascender al conjunto volcánico del Bayuyo, una serie de conos que se produjeron entrando en erupción en la misma época hace unos 135 mil años, ahora sus coladas conectan de una manera más o menos transitable las crestas de sus cráteres, de los cuales, en algún caso como el de Calderón Hondo, se conserva prácticamente a la perfección.