El Corral del Tío

Esta casa rural está situada en el centro urbano de la Portellada, un lugar idóneo para hacer distintas actividades por el campo y visitar los pueblos vecinos aprovechando el ambiente tranquilo y la paz del campo.

La casa es un antiguo establo rehabilitado para que grupos de amigos puedan pasar unos días de vacaciones tranquilas.

Tiene capacidad para 4 personas y se divide de esta forma:

• 2 habitaciones de matrimonio dotadas de televisión. Uno de estos dormitorios tiene salida directa a la terraza cubierta.

• 2 cuartos de baño, integrados en las habitaciones para mayor comodidad de los huéspedes.

• Una cocina completamente equipada con todo lo necesario para que los huéspedes puedan disfrutar de todas las facilidades para que el proceso de cocinar sea rápido.

• Una sala de estar amueblada con 2 sofás situados frente a un televisor en el que ver una película al calor de la estufa de leña. La estancia cuenta, además, con una mesa de comedor en la que disfrutar de las comidas y que puede utilizarse para jugar a juegos de mesa.

• Una terraza cubierta a la que se accede a través de una de las habitaciones desde la que se contempla una magnífica panorámica del entorno.

• Un patio exterior en el que tomar el sol y disfrutar de suculentas barbacoas.

• Zona de aparcamiento a 50 metros de la casa para no tener dificultades a la hora de dejar el coche.

• Acceso asfaltado para poder acceder cómodamente con el equipaje o con carritos de bebés.

Además, la casa dispone de una cuna para los que viajan con niños pequeños y admite animales para que las mascotas no tengan que quedarse en casa.

La Portellada es una pequeña localidad turolense en la que habitan 266 personas, que se ubica en la comarca de Matarraña. En este pueblo pueden encontrarse multitud de fuentes naturales que nacen de la montaña y varias cuevas excavadas en la roca, entre otras la cueva de San Antonio. Además, siguiendo el curso del río Tastavins, que circula cerca de este pueblo, se encuentra un salto de agua de 20 metros de altura que conforma una visión espectacular.

Cerca de este pueblo se encuentra Valderrobres, otro pequeño pueblo que fue punto clave en la defensa de la comarca frente a los musulmanes durante la reconquista. Está rodeado por una muralla del siglo XIV, a la que se accede a través de un puente de la misma época. En lo alto de la colina se alza el Castillo, una fortificación del siglo XII que se ha convertido en el icono del pueblo.

En la misma comarca está Calaceite, un pueblecito medieval que destaca por estar situado junto a los restos de 2 poblados íberos, el de San Antonio y el de Tossal Redó. Estos poblados se edificaron entre los siglos V y IV a.C. y muestran los usos y costumbres de los primeros pobladores de la península.