Cuatro Torres

Ubicada en el pequeño pueblo de El Campillo, que no pasa de los 65 habitantes, esta casa rural es el lugar ideal para escapar del bullicio de la ciudad y refugiarse en el campo, entre las montañas del bajo Aragón.

La casa es una masía aragonesa, una construcción típica de la zona que antiguamente perteneció al reino de Aragón, que se usaba como centro familiar asociado a una producción ganadera o agraria.

Esta edificación tiene capacidad para 7 personas y se distribuye de la siguiente manera:

• 3 dormitorios dobles, 2 de ellos amueblados con una cama de matrimonio y el tercero con 2 camas individuales. Además, la casa admite una cama supletoria.

• 2 cuartos de baño compartidos por todos los ocupantes.

• Un salón para que los huéspedes puedan relajarse frente al televisor mientras ven una película en el DVD.

• Una cocina completamente equipada con todo lo necesario para que el proceso de cocinar sea lo más cómodo posible. Entre estos electrodomésticos está incluida una lavadora para que los huéspedes puedan hacer la colada.

• Un patio interior con muebles de jardín donde los huéspedes podrán disfrutar de suculentas barbacoas.

• Una terraza desde la que se contemplan unas vistas maravillosas del entorno.

• Zona de aparcamiento para que los huéspedes no tengan problemas a la hora de llegar en coche.

Además, la casa dispone de:

• Información sobre la zona para que los huéspedes puedan preparar bien las visitas.

• Cuna para los que viajen con bebés.

El Campillo es una pequeña localidad de 64 habitantes que se encuentra en la provincia de Teruel. Se trata de una ciudad medieval en la que el trazado de calles es estrecho y tortuoso, ya que se usaba para defender la ciudad. Está rodeada de las antiguas murallas del siglo XIV que posee torres defensivas y se encuentra culminada por un castillo del siglo XI, punto clave de la defensa de la ciudad.

Cerca de este pueblo se encuentra Albarracín, declarada Monumento Nacional en 1961 y está siendo considerada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad debido a su belleza e importancia histórica. Destaca por su castillo, ubicado en el centro del casco antiguo, que fue alcázar andalusí durante la invasión de los taifas en el siglo XI. Esta fortaleza estuvo habitada hasta finales del siglo XVI y actualmente ha sufrido una rehabilitación para que pueda ser visitado.

Muy cerca de Albarracín se encuentra la sierra del mismo nombre, una cordillera kárstica que conserva impresiones fósiles de plantas y animales que vivieron en la tierra hace millones de años. En el término turolense de esta sierra se encuentra el nacimiento del Tajo, que empieza como un pequeño manantial.