Casas Rurales con Chimenea en Valderrobres

Carlos el dueño nos arropo y también informo tal y como si fueramos familia, nos recibio con refrescos para nosotros y chuches para los pequeños. A lo largo de toda la estancia recibimos untrato excelente y nos informo continuamente de que hacer y donde comer, en resumen una escapada corta mas intensa y lo pero esencial para mí, con mi perra Kira que disfruto cada día de los aledaños de Teruel y del mismo en tanto que nos acompaño a lo largo de todo el viage.

El lugar es una de esas pequeñas joyas que los viajeros encontramos de vez en cuando. Los apartamentos son muy acogedores. Las dos terrazas privadas, invierno y verano, son una idea muy disfrutable. No probamos la comida, pero si es como el desayuno seguro que es de primera calidad, abundante y con productos de la casa. Gemma y Nigel se mostraron como los perfectos anfitriones, discretos y muy profesionales. También disfrutamos de su simpatía y buena conversación. Antes de salir ya teníamos claro que es un lugar para repetir. Volveremos.

de los dueños no se puede solicitar más. solamente llegar al campo nos habían preparado una mesa llena de los productos de su huerta (calabacín, berenjena, pimientos, tomates, melocotones, huevos , olivas y ciertos postres caseros y ciertas cosas pero... en las camas albornoces tal y como si de un cinco estrellas se tratara ! la casa no le falta detalle, pertrechada al máximo! el baño limpio, como todo el campo y para rematar se nos estropeo el turismo al día después de llegar y nos dejaron un vehículo para estar todo el fin de semana.

Estuvimos 4 personas pasando el puente del Pilar y no tenemos más que buenas palabras tanto para la casita rural como para sus dueños. Desayuábamos en la terraza, increíble ver salir el sol por las mañanas con unas vistas de cuento a los campos de olivos y almendros que se divisan, mientras te relajas charlando, leyendo la prensa o sencillamente respirando aire puro y escuchando los sonidos de la naturaleza. Toda la zona merece la pena para hacer visitas y excursiones. Si no lo coneces, anímate a venir en tu próxima escapada a disfrutar como nosotros lo hicimos de este alojamiento de 10.

Nos alojamos el pasado fin de semana (marzo), y daba la casualidad que es la temporada del año en que florecen los almendros. La casa está rodeada de campos de almendros y olivos, conque las vistas eran fantásticas. Nos dieron la bienvenida con unos dulces propios de Valderobles (muy buenos), y nos hallamos la casa ya con la calefacción puesta (gran detalle por el frío que hace estos días) La casa está realmente bien pertrechada, solo nos faltó la tostadora, mas lo pudimos reparar con el fuego de su hogar "llar de foc" como afirmamos los catalanes.