Finca Rural Bini Aumaia

Viajamos hasta la isla de Menorca para mostrarte esta preciosa casa rural, rodeada de una enorme finca con vistas increíbles a Es Mercadal, la población a la que pertenece.

La finca, donde podrás pasear libremente y disfrutar de hermosos atardeceres o amaneceres, cuenta con una espectacular piscina infinita, en podrás darte el lujo de un buen baño con esas preciosas vistas.

La casa está prácticamente rodeada de un amplio porche, equipado con un variado mobiliario, además de una zona de barbacoa, para que no falte un día en que podáis disfrutar de una parrillada al aire libre.

En cuanto a la casa, al igual que su exterior, es de aspecto rústico, con paredes blancas imperfectas que le dan un especial toque, y donde encontraremos las distintas estancias de la casa distribuidas en una sola planta:

• Una sala de estar, abriendo paso hacia la piscina con sus estupendas vistas, que está equipada con un amplio sofá enfrentado a dos butacas, y presidiendo la estancia, una bonita chimenea de estilo clásico, además de televisión plana.

• En la cocina cabe destacar el azul y blanco del alicatado, como si fuesen un tablero de ajedrez, y donde tenemos un espacio perfectamente equipado, junto con mesa de comedor y una espaciosa despensa donde podrás almacenar tus provisiones.

• La casa incluye cinco habitaciones dobles, de las cuales, el dormitorio principal dispone de una cama de matrimonio y las restantes están formadas por un par de camas. Para llegar a la ocupación máxima, existe la opción de incluir dos camas extra más.

• En último lugar, encontramos tres baños completos a disposición de los huéspedes, más una ducha exterior, ideal para antes y después del baño en la piscina.

Las mascotas son bienvenidas.

El Monte Toro, en el mismo centro de la isla de Menorca, es el lugar que corona la localidad de Es Mercadal.

Su tradicional arquitectura hace que sea uno de los pueblos más bonitos del interior de Menorca, y es que un paseo por sus calles y perderse por sus rincones más bonitos es un placer para los sentidos.

Ya, en el siglo XIII, empezaron a asentarse sus primeros pobladores, y como tradición y costumbre de esas épocas, aún se sigue celebrando el mercado semanal, uno de los más célebres y concurridos de la zona.

Si hablamos de visitas a monumentos, no puede faltar una a la parroquia, una iglesia renacentista del siglo XIV y para culminar el día con vistas espectaculares, subir a la cima del monte, hasta el Santuario de la Virgen de Monte Toro.