Casas Rurales Cerca de la Playa en El Pinar de El Hierro

Atención muy buena de las responsables de la casa de campo conespuestas rápidas y concretas. Gente hospitalaria y amable, que te ponen las cosas fáciles. Se agradece cuando vas a un sitio nuevo y no conoces a nadie. La vivienda rústica tiene encanto. Maderas techos y suelos de habitaciones, paredes anchas de piedra, se tiene sensación de vivir como lugareño. Aunque tiene otras viviendas vacacionales al lado no se oye nada, maravilloso silencio. Nos gustó mucho.

La casa reune todo lo necesario para vivir (aunque sea por cuatro días). Está muy bien equipada y es cómoda. Situada en un bonito paraje, silencioso y muy agradable. A tono con toda la isla que es preciosa. El único y pequeño inconveniente es el acceso hasta la casa rural que es por una carretera de tierra en no muy buenas condiciones, pero es un pequeño trecho. Soportable. Lo de ver El Hierro en tres días, nada de nada. Merece la pena ver la isla con tranquilidad y disfrutando de todos los parajes.

La casa rústica es confortable y tranquila. Se encuentra en una de las zonas más verdes de la isla. Aunque echamos en falta algo de equipamiento básico que sí se encuentran en alojamientos rurales de la península (aceite, sal, servilletas de papel, jabón, ...), la amabilidad de Mari Lola lo suple todo. Hay que destacar que la vivienda está situada en una ladera y el acceso se hace algo complicado para carritos de bebés, personas mayores o de cualquier edad con chanclas y maletas grandes, es mejor llevar mochilas.

Agradecer al Sr. Albert su amabilidad y trato, es encantador. Es la segunda vez que vamos al Roquer. Somos un grupo de familias, con niños de varias edades y se lo pasaron genial, ya que el entorno es precioso, pueden correr sin peligro por el prado delantero, con frutales y en la pequeña acequia se pasarón horas pescando renacuajos, ademas es ideal para realizar pequeñas salidas sin necesidad de coger el coche, al río que pasa cerca del pueblo, al bosque cercano, y si quieres un poco más lejos, con coche hasta los volcanes.

Hemos pasado una semanita genial de septiembre en esta vivienda tan encantadora como sus propietarios. Vamos a echar en falta algunas comodidades que no tenemos en nuestra casa. La recomendamos por su entorno, estupenda situación en la isla, por todos sus detalles y sobre todo por el trato recibido. La cesta de bienvenida nos pareció un detallazo y los higos pasados los mejores que hemos probado.

Le prometimos a los dueños que comentaríamos nuestra estancia y aquí va. Las casitas son preciosas, muy bien equipadas no les falta nada, la decoración muy cuidadosa, en fin muy bonitas, tranquilas, íntimas, el lugar tiene buen acceso, me encantó saber que eran antiguas cuadras reformadas porque están preciosas las dos. Pero sin duda lo que hay que destacar es la atención de los propietarios, inmejorable, nos recibieron muy bien y estuvieron atentos en todo momento, no nos faltó nada, muy serviciales, el trato muy familiar, a la llegada nos tenían preparada una cesta con productos típicos de la zona: vino, queso y fruta.