Can Maret - Cal Ferrer

En la comarca de Pla de l'Estany, en Girona, muy cerca de Banyoles, se alza esta casa rural en un complejo de masoverías restauradas del siglo XVI. Situada en un pueblo encantador de la región, Cornellá del Terri, y bien comunicado con el sistema de carreteras, esta casa es una elección fabulosa si se desea estar cerca de la Costa Brava y rodeado de arquitectura medieval y parajes naturales dignos de visitar.

Con calefacción individual en los cuartos, la casa distribuye sus estancias entre dos plantas. Las 3 habitaciones dobles se encuentran en la planta de arriba, una de ellas con cama de matrimonio, y dan cabida hasta a 6 personas, 7 si se traen consigo a un pequeño huésped, para el cual se puede pedir una cuna, sujeta a disponibilidad. Las habitaciones son íntimas y familiares, con mobiliario en madera y la ropa de cama en tonos cálidos, que invitan al descanso y la tranquilidad en un entorno seguro.

La zona de estar principal de la vivienda la encontramos en la planta baja, y es suficientemente grande como para albergar un salón, un comedor y una cocina, sin estrecheces ni apreturas.

Un sofá y 2 sillones rodean el espacio designado para el salón, que se compone además de una mesa baja y una estufa de leña. El ambiente es hogareño y familiar, y se presta a pasar el rato usando un juego de mesa, los cuales la casa provee, o viendo la televisión.

Entre el salón y la cocina tenemos una mesa y varias sillas, que conforman la zona de comedor, suficiente para las seis personas que pueden alojarse en la casa. La cocina extiende su encimera a lo largo de la esquina y por debajo de una ventana abatible horizontal; incluye, aparte del consabido refrigerador y la vitrocerámica indispensable para no echar de menos las comidas preparadas en el hogar.

2 baños completos terminan la lista de estancias interiores de la casa: uno de ellos, con plato de ducha, en la planta baja; en la planta superior se encuentra el baño con bañera, entre las habitaciones. Ambos vienen con las toallas incluidas, y son luminosos y espaciosos.

La zona exterior de la casa comparte sus instalaciones con el resto del complejo. Es un entorno agradable donde el verde del césped lo domina todo, solo deteniéndose en la terraza con pérgola donde se encuentran las barbacoas, y la zona de la piscina, de gran tamaño, rodeada de tumbonas para tomar el sol o echarse un rato a descansar al aire libre. Sobre el césped se encuentran mesas y sillas, preparadas para jugar, leer o comer sin ningún techo encima.

Hay también una granja con caballos y otros animales, que se puede visitar para aprender más sobre estos, y una zona de aparcamiento para huéspedes. También hay una zona de juegos para niños, con columpios, en caso de que la piscina no sea suficiente. Todo esto salpicado de parterres de flores y arboledas que reconcilian la arquitectura con el medio natural.

La casa se encuentra en un entorno inmejorable para combinar el turismo rural con el de playa y de aventura. Las playas de la Costa Brava quedan a apenas media hora, y Girona a unos 40 kilómetros; la ciudad de Figueres está también muy cerca, y de ella es reseñable el Museo Dalí, cuya arquitectura alude claramente al artista.

La zona ofrece unas panorámicas impresionantes de paisajes naturales. Destaca el lago de Banyoles, cuyos canales recorren la ciudad, y las inmediaciones del pueblo de Cornellá del Terri, con parajes naturales inmensos e impresionantes.

Otra formación natural que debe procurar visitarse son los volcanes de la Garrotxa, y el valle de San Miguel de Campmajor. La cercanía a los Pirineos, con sus altas cumbres y pistas de esquí, completan el repertorio de zonas naturales a visitas.

Los pueblos de Pla de l'Estany y Empordà son un ejemplo de conservación de arquitectura medieval. Puede sentirse transportado a otra época solo al recorrer las calles de Besalú, Peratallada, Santa Pau y Pals, que conservan toda la historia de sus casas de piedra y madera.