Casas Rurales con Barbacoa en Arenas De San Pedro

Alojamiento ideal para desconectar. Fuimos en familia (8 personas) y con nuestros dos perros, así que es un alojamiento pet friendly. El sitio es muy tranquilo y como alquilamos la casa de forma íntegra estuvimos a nuestro aire sin molestar a nadie. Se encuentra en mitad de la montaña, en un entorno idílico. Nos encantó que cada suite disponía de su baño y lo bien que dormimos. A sólo 20 minutos del pueblo puedes visitar Arenas de San Pedro. La terraza y sus vistas son espectaculares.

Es ya la segunda vez que pasamos por este sitio cautivador, en la mitad del Val del Tiétar y al lado de la sierra de Gredos. Pese a estar a solo cinco Quilómetros de Arenas, y teniendo muy simple acceso desde la carretera Arenas - Candeleda uno tiene la impresión de haber llegado a otro planeta, donde el estruendos y estruendo rutinarios no existen. Las Gesillas está ubicada en la mitad de un claro de bosque, donde no hay casas ni vecinos a su alrededor, y con unas vistas pasmantes.

Mi pareja y yo hemos pasado el último fin de semana de septiembre en la cabaña Muín y ha sido un fin de semana fantástico. El entorno en medio de un bosque de pinos y robles junto a un río, es una pasada y se duerme de lujo con el rumor del río, así da gusto descansar. Un detallazo el yogur casero y las palmeritas de chocolate, estaban buenísimas. La casa rústica está muy bien acondicionada y tiene lo justo y necesario para pasar un buen fin de semana, se puede hacer barbacoa y así pegarte una buena comilona.

Este año hemos efectuado la asamblea anual de primos en Arenas de San Pedro, en la casa rural El Hogar de Gredos y no podemos estar más contentos… Escogemos la casa pues nos cuadraba su capacidad (catorce adultos y cuatro pequeños) y por la distancia a la villa de Madrid (dos horas). Los pequeños se lo han pasado a lo grande corriendo por el jardín y los mayores que decir… desayunar con esas vistas de la montaña no tiene precio… Completamente aconsejable, volveremos seguro el próximo año

Agradecer a Tomás y a su hijo Asterix, todo lo que hicieron por nosotros, inigualable esa cercanía que sentimos. Ante todo he de destacar que la visita a me ha transmitido tranquilidad, evasión, encanto, un sin fin de sensaciones desde luego inolvidables. Claro está que además de la propia casa (esa barbacoa en toda regla es de lo mejorcito encima al lado de la piscina) el paisaje es inigualable.

He gozado con mi familia de unos días de reposo en Los Sotillos, y hemos quedado muy satisfechos con la casa, con el ambiente y sobre todo con el trato de los dueños. (Realmente bien Manuel). Genial el emplazamiento, puesto que está en el pueblo, mas con una privacidad y calma total merced al genial jardín que tiene. Ideal para reposar y hacer sendas por ese ambiente tan fantástico que es la Sierra de Gredos.

Estuve con mi familia un fin de semana y la verdad que terminamos contentísimos. Íbamos con 2 pequeños y uno de ellos todavía duerme en cuna, que nos dejaron. Asimismo llevamos un can y no hubo ningún inconveniente. El único inconveniente es que esta a media hora del pueblo más próximo, con lo que es buena idea llevar lo que precises de comida de forma directa, mas merced a eso te hallas en plena sierra de Gredos con miles y miles de sendas de todas y cada una de las contrariedades para hacer bastante cerca.

La casa está en una genial ubicación, parcialmente cerca de madrid. Genial terraza con vistas a un bosque y con acceso a un rio que hace que te olvides de todo. Buenísima construccion y dispuesta para el invierno con una chimenea estupenda. Tiene una buhardilla realmente bien pertrechada, mas en verano hace mucho calor El menaje del hogar es bastante malo, puesto que las sartenes son malísimas, no hay para hacer hielos y la tostadora está muy sucia Las camas son un tanto incómodas Por lo general la casa es muy aconsejable para desconectar y pasar buenísimos días

Deseamos dar las gracias a Carmela y Pepe la hospitalidad, trato, confianza y cariño con el que nos recibieron al llegar a la casa y sobre todo la dulzura con que trataron a nuestros peques Lucas y Celia. Siempre y en toda circunstancia preocupados por el alimento de nuestro hombre y si bien la enana de veinte meses no dejaba nada ni a absolutamente nadie apacible no perdieron en ningún instante los nervios. Gracias por compartir con nosotros este sitio tan fantástico, rodeado de la mejor de las bellezas “la propia naturaleza” y por dejarnos degustar la genial cocina con que nos recreasteis.