Residencial Terra de Mar- Grupo Terra de Mar

No es un hotel al uso… es una casa con historia, una de esas que te abrazan nada más entrar. Fue una vivienda tradicional del casco antiguo de Calpe, y la rehabilitamos con todo el cariño del mundo para conservar su esencia y llenarla de vida, luz y calma.

Aquí cada rincón tiene algo que contar. Las habitaciones están inspiradas en países del mundo, porque creemos que viajar no es solo moverse… es sentir.

Nuestros huéspedes siempre destacan la tranquilidad, la limpieza impecable, la decoración con encanto y, sobre todo, el trato cercano y humano. Muchos nos dicen que se sienten como en casa, y para nosotros eso lo es todo.

La terraza mirador es nuestro rincón favorito: un lugar mágico donde servimos los desayunos con vistas a la muralla antigua, entre flores, brisa marina y el sonido suave de las campanas. Es ese instante donde el tiempo parece detenerse y solo existe el placer de estar. 

Lo que lo hace especial no son las paredes, ni los muebles, ni las vistas…Son las emociones que deja en quien nos visita.
Cada persona que pasa por aquí forma parte de nuestra historia, y esa conexión humana, sincera y cálida, es lo que realmente nos distingue.

Porque al final, no es solo un alojamiento, es una forma de acoger, de cuidar y de compartir la belleza de Calpe y del Mediterráneo con quien llega buscando un respiro.

Si algo tiene Calpe y toda la Marina Alta es que cada día puede vivirse de una forma distinta, sin alejarse demasiado. Desde aquí, en pleno casco antiguo, estás en el corazón perfecto para descubrir tanto el Mediterráneo más auténtico como la naturaleza más sorprendente.

A nuestros huéspedes siempre les decimos que aquí se puede hacer de todo… o simplemente dejarse llevar.

En Calpe:
Podrás subir al majestuoso Peñón de Ifach, uno de los parques naturales más emblemáticos de la Costa Blanca, con un sendero que regala vistas impresionantes del mar y la bahía.

Si prefieres algo más tranquilo, te encantará recorrer el Paseo Ecológico Príncipe de Asturias, al pie del Peñón, o dar un paseo por las Salinas, donde los flamencos se reflejan en el agua al atardecer.

Y, por supuesto, disfrutar de sus playas y calas: desde la extensa Arenal-Bol hasta la coqueta Cala del Racó, ideales para nadar, practicar paddle surf o simplemente relajarte con el rumor del mar.

Entre viñedos y tradición:
A menos de media hora en coche, te esperan lugares mágicos como la Vall del Pop, un valle cubierto de almendros, olivos y viñas donde puedes visitar bodegas con alma:

• Bodegas Pepe Mendoza, con sus catas al aire libre entre cepas centenarias.

• Bodegas Montesanco, donde la historia del vino se mezcla con la tierra y el silencio del campo.

Rincones con historia y encanto:
Si te gusta perderte por pueblos con alma, te enamorarán:

• Altea, con su casco antiguo de calles blancas, miradores al mar y restaurantes con encanto.

• Guadalest, uno de los pueblos más bonitos de España, suspendido sobre el valle, con su castillo y sus vistas infinitas.

• Las Fuentes del Algar, un paraje natural con cascadas de agua cristalina donde podrás darte un baño refrescante en verano.

Mar, calas y caminos junto al mar
Desde Calpe puedes descubrir el Paseo Ecológico de Benissa, un recorrido precioso entre calitas escondidas y miradores de postal, o acercarte hasta Moraira y Jávea, donde el azul del mar se mezcla con el aroma a pino y a sal.

Aventura y senderismo
Si te apasiona caminar, la Sierra de Bernia y el Monte Oltà te regalarán rutas espectaculares con vistas al Mediterráneo, con sendas que atraviesan túneles naturales como El Forat de Bernia.

Y para los amantes de la buena mesa…
En Calpe y alrededores se come de maravilla: arroces, pescado fresco de la lonja, vino local, aceite, pan casero y postres tradicionales. Desde las tabernas del casco antiguo hasta los restaurantes con estrella Michelin, la gastronomía aquí es pura emoción