Areal

Este hotel rural, que encontramos en el pueblo norteño de Viveiro, es el lugar idóneo en el que descansar la mente y recargar pilas. Aquí no solo puedes pasarlo en grande conociendo el entorno rural del que está rodeado, sino que podrás practicar mucho deporte, el cual viene muy bien en todos los sentidos: físico y mental.

En las zonas comunes del hotel se encuentra el jardín. En él hay una pista de pádel en la que los huéspedes podrán soltar toda esa adrenalina y estrés acumulado. Para cuando termine el partido, nada mejor que un buen baño en la piscina tipo horizonte. Y, por qué no, tírate de bomba y disfruta como el niño que llevas dentro. Eso sí, si no hay personas en la piscina a las que molestar.

Tras hacerte unos largos es el momento de relajarse en la zona de solárium, tumbarse en una hamaca a broncearse un poquito bajo el sol gallego y ver las montañas y el valle.

Tras la restauración que se realizó hace pocos años en esta finca, se conservan aún antiguos elementos de la casa original. Estos son el pozo o el palomar. El patio empedrado o alguno de los porches también son los originales; de hecho, bajo uno de ellos se ha creado una zona de juegos en la que encontraréis una mesa de ping-pong y unos dardos.

Ya en el interior, justo en la entrada, nos encontramos con la recepción, que además es uno de los salones en los que los inquilinos podréis descansar tranquilamente. En total hay 4 y cada uno de ellos está dedicado a la lectura. Uno de ellos es el salón de la televisión o el salón Lareira, en el que hay una chimenea de piedra de lo más acogedora.
Cada uno de estos espacios, todos con paredes de piedra vista y techos de madera, te atraparán y no querrás salir de ellos.

La decoración es sencilla pero no pierde ese toque y la esencial rural. Tras su remodelación, supieron fusionar muebles modernos con elementos decorativos tradicionales, creando una combinación perfecta.

En cuanto a los dormitorios, que están en los pisos superiores, todos tienen una capacidad inicial para 2 personas, pero en todos ellos se puede añadir o bien una cuna o camas supletorias. En algunos casos hasta 3 camas más.

Todas las habitaciones, de gran tamaño, cuentan con un cuarto de baño privado dotado de una bañera de hidromasaje.

No nos olvidamos de la zona de comedor, en la que los huéspedes podrán degustar los deliciosos desayunos o las cenas, que deben encargarse previamente.

No lo pienses más y ven hasta este hotel rural. Te dejará totalmente enamorado.

Descubre Viveiro y pasea por este entorno de características tan excepcionales.

Puedes bañarte en el río Landro o, si eres más de playa, puedes acercarte hasta las que hay en Ortigueira, más a o menos a media hora en coche. Aquí las playas son de arena fina, al igual que las calas que hay escondidas por la zona.

Otra opción es que te acerques hasta el centro del pueblo y visites su casco histórico, en el que se encuentra el centro del comercio.  
A él se llega caminando por las calles de piedra que forman el encanto de este pueblo de Galicia.

Y si eres de los que prueba los platos típicos de cada sitio que visita, no debes dejar pasar el marisco fresco que sale de sus costas. 

En Viveiro te recomiendan unas Navajas con arroz, de segundo un buen plato de bonito en rollo y de postre la tarta de almendra, de estilo similar a la tarta de Santiago.