Casas Rurales con Piscina en Serranía de Cuenca

Hola. Estuvimos alojados el primer fin de semana de noviembre y todo resultó perfecto. Las instalaciones están limpias, adaptadas, no les falta detalle y, a pesar del frío que hacía fuera, ni nos enteramos. El ambiente es increíble, metidos en plena Serranía conquense y a un paso del parque cinegético de El Hosquillo, que vale mucho la pena ir a visitar, igual que Los Callejones, que no tienen nada que envidiar a La Urbe Encantada, y Los Miradores.

Este verano hemos estado en el Llano de los Conejos, ha sido una experiencia inolvidable hemos disfrutado de las alojamientos que son chulísimos y del entorno precioso de la serranía de Cuenca con sus rios embalses y bosques interminables. Es ideal para ir con niños , dar las gracias a Ana y Eduardo los dueños por su amabilidad y atención.

Deseo aconsejar la casa a todos y cada uno de los que se lo estén pensando. El dueño, Angel Luis, es un encanto, atento y comprometido; lo que precises, pídeselo! La casa está nueva, muy limpia, extensa, apacible, completísima en servicios, hasta jacuzzi y sauna!!! una pasada!! El pueblo tiene un encanto singular de esos pueblos que ansiamos los que vivimos en urbes y tenemos estressssssss!

Estuvimo pasando una semana en esta casa rural y realmente bien todo. Los dueños atentísimos y afables, tuvimos un inconveniente con la caldera y ela gua caliente y lo cierto es que estuvieron atentísimos y lo arreglaron a la mayor brevedad. Te dan mucha información de todo el ambiente de la serrania de Cuenca a fin de que puedas visitar todos y cada uno de los puntos de interés. La casa estaba bastante bien, el único mas es que el colchon de la cama de amtrimonio era bastante incomodo, mas se podía dormir.

Por norma general los pisos Los Parrales están realmente bien, tiene todo lo preciso para pasar unos días de reposo, los pisos están en el pueblo de Villalba de la Sierra, esta ubicado en el comienzo de la sierra de Cuenca y de simple acceso a los lugares de interés de la sierra, como la urbe encantada, etcétera Natalia la dueña es muy afable y atenta. Solo por poner una queja es el agua caliente, unos de los días llegamos de noche y no hubo agua caliente para todos en tanto que salia prácticamente fría desde el comienzo.

Mi marido, mi madre, mi hijo y estuvimos este verano es esta Casa bella. El trato humano fue insuperable,tanto Tere como su hijo Eduardo son cautivadores. Te hacen sentir verdaderamente tal y como si estuvieses en tu casa. Tere es increible con los pequeños y tiene una capacidad de trabajo envidiable. Eduardo, es de esos jóvenes, poco a poco más bastante difícil de localizar en este país, emprendedor, muy inteligente y al unísono muy próximo.

Fuimos 3 amigos, viejos compañeros, a pasar un fin de semana y fue todo perfecto. El contacto anterior con Eduardo, realmente bien. Una vez allá, contactamos con Mari Tere y es una pasada. Nos enseño todo, nos indico sendas para hacer, sitios que visitar, perfecto asimismo. En lo que se refiere a la casa, pasmante. Todo rehabilitado con buen gusto y con todas y cada una de las comodidades. Calefacción y estufa de leña, jacuzzi, ducha de hidromasaje, cocina absolutamente pertrechada, las camas comodísimas.