Casas Rurales con Chimenea en Selva de Irati

del veintisiete de junio al cuatro de julio nos pasamos mi familia y unos días ideales en la casa rural. mi familia la componemos cinco personas el matrimonio y una de seis y 2 de cuatro. Lo pasamos maravillosamente. el alojamiento es extenso para la familia y los dueños están atentísimos a las necesidades que les solicites. el ambiente es increíble y no notas tanto el agovio de los nacionalistas como en otros vales del pirineo navarro y vasco.

Hemos pasado una semana del 1 al ocho de Septiembre en este alojamiento, y solo podemos charlar bien,La situación en un pueblecito donde se respira calma,y ideal para hacer sendas y visitas por todo el ambiente.El hotel muy agradable y sobre todo el trato de sus dueños Joan y Nuria ,Da gusto tratar con personas así.Muy agradables y siempre y en todo momento preparados para lo que precises. Nos ha faltado días para poder hacer todas y cada una de las sendas que Joan nos cara, mas las tenemos pendientes y volveremos para hacerlas.

Nos hemos alojado en Aitonarena a lo largo de 3 noches 2 adultos y 2 pequeños. La situación de la casa y del pueblo es idónea para descubrir la selva de Irati, los vales de Aezcoa, Salazar y Roncal. La casa está perfecta, no le falta detalle. Es extensa y espaciosa. La calefacción es espléndida y la verdad es que es una casa cálida y cómoda. Está ubicada en una calle con poquísimo tránsito (vecinal) con lo que es sosegada.

Estuvimos en la habitación doble con ba?o. El trato fue muy familiar y espléndido. Los dueños de la residencia nos notificaron con detalle de las actividades que podíamos efectuar en la zona en la que nos hallábamos. Fueron atentísimos y en todo instante se mostraron muy, muy amables. Aun nos llevaron a conocer sus ovejinas. Los desayunos recordables. Todos y cada uno de los días nos agasajaban con algo casero.

Gracias Martina, he pasado cuatro días en Casa Ayabe y me he ido encantada, con el trato, la agradable casa y los estupendos desayunos que servía Martina, que buenas las rosquillas y el bizcocho!!, el ambiente y el pueblo superbonito, un buen punto de inicio para conocer las maravillas de Navarra, Selva de Irati, Val de Salazar..... etc Espero regresar pronto, a ver si para el otoño, que deben estar bellos esos bosques.

Para no reiterar lo ya escrito por otros viajantes (genial localización, muy bellos paisajes, etcétera etc.) solo aprobar la profesionalidad de Mauri, Maite y sus cooperadoras. Cuando vas a sitios nuevos, lo que más se agradece (además del confort) es la ayuda que te prestan para poder hacer más agradable la estancia, y en eso, Mauri y compañía cumplen con perfección, con una profesionalidad y dedicación verdaderamente excepcionales. Como ya se ha dicho, hacen que te sientas como en casa, están siempre y en toda circunstancia ahí para orientarte, te facilitan todos y cada uno de los datos sobre sendas interesantes, y, en definitiva, hacen que tu estancia sea imborrable. Buenos desayunos, buenas cenas (interesa continuar las indicaciones de Mauri), buen reposo...y buen calzado para las "marchas" programadas. Ah ¡ y si el tiempo no acompaña, se pueden pasar buenos ratos de relax en el salón con chimenea mientras que se toma algo del "autobar". Felicitaciones por vuestro trabajo y dedicación. Os recomendaremos. Hasta otra ocasión, agur.

Os va a costar trabajo hallar un alojamiento rural mejor que Casa Mendibide, y me atrevo a escribirlo tras haber visitado muchas. No solo es una casa hermosa, sino está pertrechada con todo lo preciso para pasar unos días estupendos en ella. Mari Paz es una anfitriona perfecta, aparte de preparar un bizcocho delicioso. Por si acaso esto fuera poco, con los descuentos de la campaña "Navarra te recibe sin coste", los 5 días de estancia nos han salido por un costo genial.

Fuimos un conjunto de doce personas, tres familias con pequeños pequeños de diferentes edades. La casa es extensa, cómoda, situada en el centro del pueblo. Gozamos la casa sobre todo por las tardes-noches y en los fantásticos desayunos en esa gran cocina. Acostumbrábamos a planear excursiones por el ambiente día tras día y la casa nos ofrecía ese espacio para resumir al final del día, para hacer planes y dialogar, a fin de que los pequeños corran.

Hemos estado cinco días en el primer mes del verano y el trato ha sido inusual. Tanto el dueño como su familia se volcaron a fin de que pasásemos unos días imborrables. La casa esta nueva con todo detalle y pudimos visitar la explotación ganadera del dueño, donde nuestro pequeño pudo gozar de una bonita experiencia, en tanto que las ovejas estaban de parto y había muchos corderos recién nacidos.

Somos una familia de cuatro y hemos estado a lo largo de una semana en la casa Iturralde, en la de alquiler completo. Es de nueva construcción mas adosada a la casa original: rara vez hemos tenido la fortuna de gozar de un alojamiento que superaba nuestras esperanzas, en lo que se refiere a comfort, menaje, espacio, camas, equipamiento, etcétera Dispone aparte de una extensa terraza con mesa y sillas para desayunar o bien cenar disfrutanto con la vista de las montañas.

Creo que de todas y cada una de las valoraciones que he hecho me he quedado sobre todo corta con la del propietario/a por el hecho de que el trato de Mikel y Edurne ha sido de diez. Hemos estado en esta casa un conjunto de amigos/as con niños/as y lo hemos gozado mucho. La casa es bella y muy agradable, el ambiente es pasmante... hay que ir para verlo y conocerlo. Eskerrik asko Mikel eta Edurne

Quisiese efectuar un comentario tanto sobre la casa como sobre el entrecierro. La casa es fantástica, extensa, con moviliario viejo, con todos y cada uno de los adelantos precisos... es una pena que no pongan fotografías de la casa pues es verdaderamente bella, con piedra, madera.... Esta situada en el val de Salazar, sitio naturisticamente y paisajisticamente hablando de lo mejor de España. Robles y hayas son los arboles que pero se ven. Y todo es berde, praderas inacabables llenitas de vacas y obejas... todas y cada una de las casas de los aledaños están bien restauradas...

Perfecta para ir un par de parejas o una familia con un par de niños. En realidad es una gran casa con dos pisos separados y con otros dos arriba que es donde viven los propietarios. No es necesario llevar nada , está bien equipada, hasta nos pusieron una cuna para el bebé y una bañera pequeña. El sitio es muy silencioso y como extra las campanas de la iglesia sonando durante todo el día que le añade un toque bucólico especial.