El cortijo

La casa está situada en el municipio de Villaverde de Guadalimar, formando parte del Parque Natural de Los Calares del Río Mundo y de la Sima, en la provincia de Albacete.

Tiene una capacidad para máximo 14 personas y está compuesta por 5 dormitorios dobles con camas de 90cm. separadas, aunque con la posibilidad de juntarlas si se quiere el efecto de cama de matrimonio.

Cuenta con un amplio salón con sofás, mesas auxiliares y una gran chimenea, estupendo para pasar ratos divertidos y de relax al calor de la lumbre, sobre todo en las épocas de menos temperatura.

La cocina está perfectamente acondicionada, amueblada y equipada con grandes y pequeños electrodomésticos, así como el conjunto de vajillas y el menaje que necesitáis para no preocuparos en llevar nada. Además, dispone de una amplia mesa de madera con sus correspondientes sillas para todos los comensales.

La casa, recientemente reformada, cuenta también con 2 cuartos de baño completos. 

En el exterior encontrarás un amplio jardín con barbacoa con suficiente mobiliario para que podáis disfrutar de comidas y cenas al aire libre, siempre con las mejores vistas. 

A pesar de la remodelación que hicimos, hemos querido conservar gran parte de los materiales que utilizaron nuestros antepasados en la propia casa y en las tierras de los alrededores. Ahora los hemos incorporado a la decoración, lo que ha convertido el alojamiento en un pequeño museo etnológico. 

Tenemos disponible muy cerca una segunda casa rural con capacidad para 12 personas, recibe el nombre de la Tiná. En caso de que seáis un grupo muy grande podréis coger ambas gracias a su cercanía.

Nuestras casas se han construido a los pies del río Guadalimar, formando parte de un fantástico Parque Natural, como es el de Los Calares del Río Mundo y de la Sima, por donde hacer rutas disfrutando de sus cascadas y su fauna de más de 100 especies. 

En el pueblo podrás visitar un sinfín de lugares interesantes, como:

• Los Picarazos: formaciones que se encuentran a los pies del Pico de la Sarga. 
• El convento de San Francisco, construido en el siglo XV y donde encontraréis pinturas de exquisita calidad artística. 

No podrás abandonar el municipio sin probar sus platos típicos como son el gazpacho manchego, las atascaburras o el ajopringue.