Casas Rurales Románticas en Burgos

Somos una familia que ibamos mis progenitores y 4 hermanos con sus pequeños pertinentes. Daba la sensación de que la casa estaba pensada para nosotros. Esta excelente, cuatro habitaciones con literas ( de cuatro y cinco camas) y lo mejor cada una con su baño. Además hay una habitación principal independiente en la planta baja, asimismo con su baño. Era la casa perfecta, salón amplísimo, cocina con perfección pertrechada, todo género de uténsilios, vamos excelente.

Estuvimos 3 parejas con pequeños y la casa nos encanto. Desde el primer instante el trato con los dueños fue realmente agradable, pendientes de todo detalle. Lo que más nos gusto fue la sala de juegos y su piscina cubierta, que si bien no nos hizo buenísimo, pudimos gozar de ella al límite, puesto que el agua estaba super caliente. Aconsejaré este lugar al mundo entero, y si podemos vamos a repetir la estancia en esta casa.

Una casa fabulosa, para reiterar. Lo mejor de todo la piscina cubierta que es una maravilla, como un balneario y las pequeñas gozaron mucho (bueno y los mayores ), el jardín que al estar cerrado te desentiendes si salen o bien entran y la sala de juegos estupenda para distraerse. Esta realmente bien pertrechada no le falta de nada, en 4 de las habitaciones entran cunas de forma perfecta. Para quien busque calma es un sitio idóneo para perderse.

ocho adultos + seis pequeños. Todos pasamos un fds espléndido. La casa es perfecta. En las fotografías se ve bien. Está decorada con gusto, respetando el ambiente y el estilo de residencia. Se aprecia que el dueño no ha querido poner lo que le sobraba en su casa acá como en muchos sitios. Las habitaciones son grandes, con encanto y muy cómodas. Cada una con su baño. Hay detalles que no se ven en las fotografías, mas que son esenciales, la comodidad de las camas, con sábanas que invitar a dormir, o bien la sensación de una limpieza absoluta, o bien el buen funcionamiento de la calefacción o bien de las duchas.

Estuve con mi familia éramos doce y estuvimos realmente bien. La casa es cautivadora,los aledaños realmente bien,y la dueña pendiente de que todo estuviese bien.

Somos de Bilbao y hemos ido a conocer el pueblo natal de una persona de nuestra familia. Procuramos un sitio para pasar juntos un fin de semana cerca de esa población y hallamos la casa Lar Emilia. Nos ha encantado y animamos a todos y cada uno de los que deseéis conocer este ambiente a que charléis con Rafael, su dueño, y os resolváis a reservarla. La casa está excelente y el trato que hemos recibido por la parte de Rafael ha sido insuperable.

Hemos estado tres parejas con pequeños y ha sido un éxito. Comenzando por Rubén, el dueño, que es todo afabilidad y tiene la casa impecable. Tienen auxiliares para acrecentar las nueve plazas y el jardincito realmente bien para los más pequeños. Habitaciones muy espaciosas, baños perfectos y barbacoa si bien no la utilizamos mas es la de las buenas... casa muy aconsejable, por la casa en si, por el trato del dueño y por la zona vitivinícola.

Un hotel precioso y una zona ideal para desconectar y rodearse de naturaleza. Para repetir sin duda!

Por lo general todo estuvo genial: la insuperable atención de los dueños, la calma del ambiente, la amplitud de la casa y su decoración, todo muy limpio y sin faltarle detalle. La cocina es pasmante, no le falta de nada. El jardín, la barbacoa interior... Fuimos 4 familias con pequeños y todos coincidimos en que la casa era "perfecta". La rec

Si lo que estás buscando es pasar unos días de relax y tranquilidad, La Casa la Cabala es una excelente elección. La limpieza, la atención personal o el aspecto acogedor de la vivienda turística hacen que uno se sienta como en casa. Las habitaciones geniales, cada una con su propio encanto, y la atención dispensada por la gente del establecimiento es formidable, siempre pendientes de que la estancia sea del mayor agrado posible.

Pasamos un fin de semana estupendo, los pequeños se lo pasaron excelente en el gran jardín de la casa, sin ningún género de riesgo, los mayores jugaron al futbol, al futbolín, hicimos barbacoa y paella, estuvimos sensacional. Peñafiel está muy cerca para visitas culturales, y hay muchas bodegas por la zona para visitar. Un pueblo muy apacible, con una tiendecita, suficiente para adquirir pan y lo que nos faltaba, en tanto que llevamos todo.

Si bien solo ha sido una tarde-noche y prácticamente a la carrera de vuelta de Galicia hay que decir que la calma es total. Estás en un paraiso en plena naturaleza tan lejos y tan cerca de todo. Sendas y pueblos bien interesantes para poder ver y descubrir. Lo mejor de todo indudablemente es el es-pec-ta-cu-lar trato y acogida de los dueños.Te notifican aparte de todo y siempre y en toda circunstancia de buena gana. Ideal para ir con pequeños, parque con juegos para ellos y muy grande y vallado.

Mi pareja y yo hemos estado este finde semana de octubre en al pie del magnolio. Nada más llegar nos recibió Carmen, al entrar en la casa me quede sorprendida por todos los detalles que esta tenía: desde velas hasta dvd´s pasando por plantas incienso y hasta champú de chocolate. Carmen y Alberto son dos personas súper agradables y detallistas, que te ayudan en todo lo posible. Si quieres pasar un fin de semana inolvidable con tu pareja o amigos, al pie del árbol es tu sitio.

Hemos pasado tres días excelentes en el Socaire del Trasgo dos, la casa más pequeña. No hemos pasado frío (como comentan en otras creencias) y eso que los 2 primeros días estaba encapotado, llovió y en el exterior estábamos a 9 grados de buena mañana. La temperatura en la casa era excelente, las camas con mantas y colcha y había más ropa de cama por si acaso hacía falta.