Casas Rurales para Dos Personas en Boal

La casa y sus pisos están muy, realmente bien. Limpios, agradables y cómodos. La dueña, Mary Carmen, como su familia, afables y buenísima gente. El bollo de recibimiento, muy, muy rico. El paisaje y las carreteras, además de de forma perfecta pavimentadas, de ensueño. Mucho que ver en los aledaños, tanto en la costa, como en el interior. Nosotros, habituales de Asturias, simpre volvemos a esa gran tierra, un año tras otro.

Nuestras vacaciones en Asturias se han dividido en 3 zonas, oriente, centro y occidente, nos hemos alojado en 3 ESTUPENDAS casas rurales, la primera en esta, La Portiella del LLosu, engrandece casa, José su dueño una enorme persona y profesionalidad incontrovertible, unos desayunos de chuparse los dedos un par de veces, una estancia increible, la casa es una maravilla en un ambiente inigualable; el segundo destinos nos llevo al centro-costa, una villa marinera bella, allá nos alojamos en La Casona de Benito, me repito en lo dicho de La Portiella para esta casa y para su dueña Patricia, cautivadora, la casa de ensueño y sus desayunos más, y para finalizar nos alojamos en Occidente, en otra estupenda casa, El Castro de Victoria, estupenda asimismo, un jardín bello, calma, unos desayunos muy, muy buenos, una semana imborrable, 3 excelentes profesionales, semeja que prosiguen un mismo manual, mas es cierto, 3 casas muy agradables, muy limpias, realmente bien situadas, y con 3 profesionales increibles, por favor si alguien tiene pensado conocer Asturias que no dude en repartir sus vacaciones en estas 3 opciones y de qué manera no en estos 3 alojamientos, mil gracias chicos.

Puede parecer increíble, pero las calificaciones máximas, son fiel reflejo de lo que hemos vivido en Yeguada Albeitar. Es mucho más que un hotel rural, es una experiencia maravillosa, inédita para mí y los míos: Hay para el disfrute de toda la familia. Fantástica comida, magnífica instalación, calor familiar, silencio nocturno, y muchos animalitos con los que interactuar: Ordeñar cabras, acariciar a sus cabritillos, montar a caballo, recoger huevos, y un sinfin de actividades (no sólo ganaderas), que nos descubren o recuerdan tiempos auténticos.

He pasado unos días al lado de mi mujer y un conjunto de amigos. El sitio esta cuidado al máximo nivel comenzando por la limpieza y por todos y cada uno de los detalles y aparejos que hay en los pisos. El ambiente es típicamente asturiano con buenas vistas y realmente bien comunicado. Hay jardín muy grande y una buena barbacoa que asimismo empleamos. Valoramos la atención de los dueños Lucia y Manolo que nos dieron muchas ideas para hacer excursiones en las cercanias y para conocer lugares de interes gastronomico de la zona a todos y cada uno de los niveles.

Ya hace varios años que venimos alojándonos en estos pisos y cada vez nos marchamos con más pena por el hecho de que el trato de Carlos y Claudia es siempre y en toda circunstancia genial y cariñoso, siempre y en todo momento prestos a orientarte y acudir en lo que se pueda precisar. Los pisos están siempre y en todo momento en perfectas condiciones y limpísimos. Aconsejo este sitio de forma encarecida.

Nosotros procurábamos un lugar sosegado que nos sirviese de punto de inicio para diferentes excursiones (Juan Carlos nos dio bastante información, Ribadeo , Playa Catedrales, Taramundi , etcétera) y una vez conoces la zona ves que está bien comunicado (si bien el primero de los días nos costó localizarlo). La casa nos gusto mucho, limpia y bien decorada, la piscina y el jardín es una disfrutada para los pequeños (y los adultos asimismo) , hicimos amistad con distintas familias que asimismo tenían hijos , de ahí que siento si en algún instante hemos hecho demasiado estruendos en el jardín mientras que jugaban .

Por segundo verano sucesivo, hemos pasado unos días con nuestro hijo en estos pisos, que aconsejo con entusiasmo. El piso está realmente bien pertrechado, impecablemente limpio, y la distribución resulta muy cómoda. El ambiente es realmente agradable, en especial para estar con pequeños, que pueden jugar en los columpios o bien correr por el campo mientras que preparas la cena o bien lo que sea, y hay un montón de sitios que visitar cerca, incluidas fantásticas playas.

La paz reinante en el pequeño y agradable pueblo de Tol, unido al espléndido recibimiento y buen trato de los dueños del Hotel Casa Cachón, Belén y Pedro, así como la seriedad y buen hacer de su hijo Nacho, complementado todo por la jefe de los fogones del Restorán Pajar, Amparo, con la ayuda del resto chavales del servicio que allá trabajan, hace que el sitio sea uno de los sitios pero aconsejables en toda la zona, a mi juicio, para pasar unos días de total relax; bien jugando al golf o bien perdiéndote caminando o bien en bicicleta por los rincones próximos que nos recrean con unas fantásticas vistas al Cantábrico y a una gran parte de la rasa ribereña, con Castropol y Tapia al alcance de la mano.