Espero que esta vez... se quede grabado.
Decía cuando se me colgó que si buscas un lugar para un aniversario romántico, una escapada de relax y reposo o bien para festejar algún acontecimiento familiar o bien privado... indudablemente, has encontrado el lugar.
La posada es de sobresaliente alto, donde se cumplirán tus esperanzas de confort, limpieza, servicio y relación calidad precio, mas si hay algo que la hace genial es la FAMILIA dueña que la dirige y administra, donde la afabilidad, buen hacer, dedicación son señas.
Mariano es su cabeza perceptible, omnipresente, siempre y en todo momento atento a cualquier necesidad que puedas tener y buen anfitrión. Anastasio, el padre, te puede apresar con sus anécdotas si tienes ocasión de tomarte un refrigerio en algún instante que las labores le dejen departir contigo... ¡un personaje!. Qué decir de Mª Jesús, una mujer entrañable donde las haya, con una sonrisa permanente, todo bondad, incansable...(no te extrañe si te enteras que hace un bizcocho para el desayuno a la 1 de la madrugada), sus platos prueban el cariño con que están elaborados. Chus, secunda ese espíritu, cubriendo espacios a fin de que todo fluya apropiadamente.
La tercera generación está presente (omito los nombres) apuntando formas para el futuro como reflejo del ambiente que observan.
Te queda por descubrir quienes son Antolín y Luchi, como el secreto que se oculta en las supones de la posada donde Mariano, te guiará por su historia mientras que te obsequian con un buen vino y unos canapés variados.
No te lo pierdas, hemos estado un fin de semana mas pronto volveremos.
GRACIAS FAMILIA por hacernos sentir como en casa.
Un fuerte abrazo
Paco y Ana