Casas Rurales para Dos Personas en Comarca de la Vera

He estado con toda la familia de mi mujer, más de 20 personas entre adultos y niños, pasando 3 días de septiembre en esta casa rural. La experiencia ha sido muy buena. Llegamos con ciertas dudas porque no nos hacíamos una idea exacta de la ubicación de las habitaciones, pues hay que salir al porche para acceder a todas menos una, pero no ha supuesto ninguna incomodidad, al revés, están algo separadas del jaleo que pueda haber en el salón.

Por segundo año consecutivo he viajado a Jarandilla de la Vera, el año pasado fuimos con los cerezos en flor se veía todo precioso y este año ya estaban los árboles llenos de cerezas aunque no todos estaban rojos. Me quedé con las ganas de ver los campos con ese color de las cerezas, pero aun así, esa zona es digna de ver muy bonita y muy verde toda, cosa que me sorprendió mucho la primera vez que fui pues mi idea de las tierras extremeñas era muy distinta, siempre creí que era una zona muy seca y nada más lejos de la realidad ya que por esta zona hay mucha agua y mucha vegetación.

Con el paso del tiempo y al ver esta casa recomendada nos hemos acordado de el final de año que pasamos en 2005/2006. Estuvimos solos en la casa y nos obsequiaron con una cena de final de año seguida de unas apasionantes campanadas en frente de la enorme chimenea del salón donde nos dejaron un montón de cosas para pasar la celebración. El trato es muy, muy amable, y solo por acercarse a ver el gusto y el trabajo bien hecho para adecuar este alojamiento ya vale la pena.

Hemos pasado el puente del Pilar en los Pisos El Roble, y han sido unos días fabulosos... el piso limpio con todo lo preciso aun más para pasar unos días, mas a resaltar indudablemente... las vistas desde los sillones del porche.. te hacen sentir diferente... para nosotros ha sido algo increíble... Indudablemente vamos a repetir... Merced a Rosario por la atención que nos ha brindado y por ese desayuno que nos dejó en la casa.

Lo cierto es que hemos gozado mucho de vuestra bella casa, pues el tiempo no ha podido ser mas, lluvia, frío, hasta nieve en la montaña. Hemos pasado el puente, mi marido, mis hijos y yo en esta bonita casa, y como digo hemos gozado al límite de las instalaciones debido al mal tiempo que hacía fuera, ha sido un placer, y un auténtico lujo estar tan calentitos mientras que veíamos como diluviaba en el exterior, en estos 4 días hemos visto convertirse el paisaje. Gracias asimismo por vuestros desayunos, volveremos para gozar del exterior que se nos antojaba bello.

La casa es hermosa, apacible y muy agradable. Los desayunos... tremendos, y perfectas las cenas, como las de casa, tras la larga jornada de visitas. Es un lugar idóneo para estar apartado y al tiempo muy cerca de todas y cada una de las actividades y visitas que ofrece esta zona. Las recomendaciones gastrónomicas de Minerva, Miguel y familia asimismo son de lo más atinadas. Si volvemos por esta zona, indudablemente va a ser acá. Un fuerte abrazo para tan fantásticos anfitriones!!!