Casa Macianet

Un ambiente agradable, un lugar donde no se conoce lo que es el ruido, donde la tranquilidad es la tónica del día a día y donde nos acogen en un pueblecito de no más de 30 habitantes.

Situada en la provincia de Lleida, muy cerca de la frontera con Andorra, esta casita de Beranui es el mejor sitio en el descansar y olvidarte del teléfono móvil.

Este hotelito rural, pequeño y acogedor, tiene disponibles 3 dormitorios dobles, por lo que su capacidad máxima es para 6 personas.

El trato y la atención de los dueños, por tanto, está más que garantizada.

Esta casa, de autentica piedra, y que ha sido reformada recientemente para convertirla en el hotel que hoy es, mantiene la misma esencia que desde que se construyó. Está llena de detalles, todos preciosos, como las plantas que adornan todas las ventanas de la casa y que acompañan y complementan el detalle tan rústico de las contraventanas de madera.

Tienen varios rincones que te enamorarán como la zona de la terraza. Es un espacio común para todos los huéspedes, pero verte desayunando o comiendo, rodeada de flores y con vistas a la montaña y al Valle de la Fosca, en el que está situada la casita.
Otra zona común es el comedor, donde tienen servicio de cenas, así como la sala de estar donde encontrarás un televisor (además de los que hay en cada habitación).

Para que los inquilinos se sientan como en casa los dueños te facilitarán toda la información que necesites sobre la zona o actividades que puedes realizar.

En el Valle Fosca, a unos 1.000 m de altura, un poco más alto, está esta casita que ofrece diferentes planes.

Empezando por visitar el pueblo de Beranui, donde está la iglesia de San Juan Evangelista, y donde la mayoría de sus casas son de piedra siguiendo la misma tónica de construcción.

Otro agradable plan es hacer alguna de las rutas de senderismo. Una de ellas es la conocida como la de Cinquè Llac, que atraviesa la Collada del Coll, pasa el Monasterio de San Genís, la Plana de Montros,…y demás lugares que debes descubrir.

Disfruta también en la zona comiendo unos auténticos caracoles a la llauna, muy populares en la zona o una cazuela de campo de Juneda.