Casa Etxezuria

Esta casa rural se ubica en el Valle del Baztan, concretamente en el pueblo navarro de Arizkun.

Este alojamiento rural tiene capacidad para un total de 14 personas, distribuidas en sus 3 plantas.

La fachada de este edificio respeta las características arquitectónicas de todo el valle. La madera es la principal protagonista usada en ventanas y puertas y se utiliza la piedra para toques decorativos. Todo ello en conjunto de las flores de los balcones crea en Etxezuria una postal espectacular.

Del interior destaca sus muros empedrados y las vigas de madera oscura. La mayoría de los muebles que equipan este alojamiento están tallados a mano.

En la casa rural hay un total de 7 habitaciones dobles, 2 de ellas son dobles con camas individuales, y las 5 restantes de matrimonio. Están divididas en las 3 plantas de la casa de la siguiente manera: una en la planta baja, 3 en la primera y 3 en la segunda. Cada una tiene una decoración diferente pero destacaremos los muebles con detalles a mano. Todos los detalles están cuidadosamente elegidos y tienen detrás mucho trabajo para que la instancia del visitante sea agradable mientras se encuentre con nosotros

La cocina está totalmente equipada, y está integrada en un mismo espacio con el comedor. Dispone de una gran mesa para un total de 14 comensales. Dispone de una sala de juegos equipada con una pequeña chimenea para que el frío no sea problema a la hora de divertirnos mientras jugamos al futbolín. En la segunda planta hay otra cocina.

Cuenta con 2 acogedoras salas de estar con chimenea y decoración rústica equipadas con cómodos sillones. Destaca el contraste entre las vigas y menaje de madera oscura con el pardo del parqué.

En el exterior de la casa encontraréis un jardín con sus respectivos muebles, barbacoa y zona de aparcamiento.

El pueblo de Arizkun se encuentra dentro de la región de Baztán, comarca con construcciones megalíticas que podréis descurbrir en la cima de sus montes datados de la época paleolítica.

En el pueblo podemos deleitarnos con numerosos monumentos religiosos históricos como por ejemplo el Convento clarista, que posee un órgano excepcional en toda la provincia, conocido como Flauta Vasca.

Además, su situación la callifica como limite con la frontera con Francia.