Cal Sabata

Este alojamiento rural se encuentra en un tranquilo y resguardado pueblo del interior barcelonés. Dividida en 2 plantas y con 4 habitaciones, es una amplia casa con capacidad para 13 personas, pero su decoración rural junto a sus paredes de piedra le otorga un aire rústico y acogedor.

Se divide en un total de 3 viviendas, con capacidades para 8, 3 y 2 personas respectivamente.

En el interior del conjunto encontrarás todo lo necesario para pasar unas vacaciones de 10.

En la planta de abajo hay un pequeño recibidor con butacas y se sitúa también el salón-comedor, una amplia y cálida estacia dotada de chimenea de hierro forjado, 3 sofás y butacas y un mueble con televisor. Detrás de esto se halla el comedor, en el que hay una alargada mesa de madera con capacidad para 12 comensales. La pared en la que se encuentra la chimenea está forrada de piedra. 

Esta planta baja cuenta también con una habitación doble, cuya pared también es de piedra, y con cama de matrimonio. Consta de un baño completo equipado con bañera, lavabo y espejo. En el primer piso se hallan el resto de dormitorios. Uno triple con cabeceros de hierro y pared de piedra y otro también con 3 camas individuales con paredes blancas, ambos con cuarto de baño completo propio. También cuenta con una habitación individual con una cama pequeña y otra habitación de matrimonio, ambas comparten cuarto de baño. Todas las habitaciones tienen su propia ropa de cama. 

La cocina está ubicada en la primera planta y cuenta con una amplia mesa para unos 10 comensales y con todas las comodidades: nevera, horno, vitrocerámica, lavavajillas, microondas y muebles nuevos de madera. Esta estancia consta de un amplio balcón. Toda la casa está dotada de calefacción central.

En la parte de atrás de la casa hay un amplio jardín con césped y una mesa de madera con bancos que sirve de merendero. Cuenta con una barbacoa de hierro forjado ideal para disfrutar en familia o amigos de los días cálidos en Barcelona. Recientemente ha sido remodelado para incluir un porche en la parte de la barbacoa y la mesa, lo que le da más espacio también al balcón del primer piso. 

Su privilegiada situación permite que aquellos que visiten L'Estany puedan gozar de unas maravillosas vistas no sólo del pueblo, sino también de municipios cercanos. El Moianés es uno de los claros ejemplos. 

El Dolmen del Puig Rodó, así como la propia montaña, es otro de los lugares recomendados para su visita. Desde el mirador de la serreta se puede apreciar el magnífico paraje de la zona. 

Dentro del propio pueblo barcelonés, se puede visitar Santa Maria de l'Estany y su monasterio, reconocido como monumento artístico histórico.