Casas Rurales Románticas en Villasbuenas De Gata

Fantástico lugar para relajarse. Hemos tenido una estancia genial con nuestro hijo y nuestro perrito. En la finca hay olivos, naranjos, limoneros, etc. Tiene además una piscina natural hecha de piedra para bañarse y luego tomar el sol en las hamacas que hay. El pueblo del acebo es precioso y la sierra también, las gentes, la gastronomía. Hay unas piscinas naturales con chiringuitos en los alrededores del pueblo que se está la mar de bien.

Mi pareja y estuvimos pasando final de año alojados en el piso numero 1 de luna menguante, pasamos el treinta y uno el 1 y decidimos quedarnos otro día más pues el ambiente y el piso eran ideales. Jamás habíamos visitado esta una parte de gata, y lo cierto es que nos ha resultado bello el pueblo y la montaña, solo se escucha el estruendos del agua correr y los pajaros, ideal para reposar y desconectar de la urbe, existen muchas sendas senderistas por la zona, y hay bastantes bares, la noche de nochevieja en el municipio se tomaron las uvas y después tiraron cohetes, los vimos desde la puerta del piso y fueron hermosos.

Estuve 4 noches con mi pareja en las Navasfrias y no le falta absolutamentente ni un detalle. La verdad es que la casa rústica es muy acogedora y su propietario (Isidro) es muy atento y amable. La localización es muy buena ya que sirve de punto de partida para ver tanto zonas de Salamanca como norte de Cáceres como parte de Portugal. Lo que más me gustó de la casa es el toque hogareño, mezclado con lo rural y sin renunciar a las comodidades y nuevas tecnologías, refieriéndome al jacuzzi y a la conexión wifi.

Somos un grupo de 8 amigos que fuimos 4 días de abril a la casa y que decir más que es una maravilla, de primeras ves que la vivienda de alquiler turístico es una pasada, es muy grande y bonita, lo encuentras mejor que en las fotos. Un 10 en ese aspecto por la casa. Por parte de los propietarios decirlos que muchas gracias por la amabilidad, gracas a isidro y a su madre, por cierto el pan estaba muy rico, por la gran atención puesta en nosotros.

Podría refererir de manera directa mis pequeñas objeciones con relación a este alojamiento, mas sería injusto si no hablara ya antes de la afabilidad del dueño, del detalle de los desayunos con bollería, del silencio y la calma que se respiraba en todo instante, de la simpatía del juguetón cánido que nos guardaba la puerta, de los preciosos paisajes montañosos y de la cuidadísima flora de la finca.

Lo conocíamos solo a través de fotografías en la red de redes. Eran tentadoras y por ese motivo escogemos este alojamiento. Mas nada que ver con la realidad. Ya zigzagueando por la carretera que lleva a Trevejo, nos impresionó la impresionante silueta del castillo y el promontorio en el que se halla ubicado. El val tiene una belleza sin parangón... LLegas a Trevejo y no dejas de reiterar que es el pueblo más bonito de Extremadura, o bien aun de España, por el hecho de que no existe nada que desentone y todo ha sido preservado y rehabilitado hasta llevarlo a su estado original.