En el centro de las montañas del Collsacabra nos encontramos con un precioso pueblo llamado Rupit en el que la magia está servida. Se encuentra dentro de la provincia de Barcelona y corresponde a la zona de la comarca de Osona. Sin duda, un pueblo que parece haber salido de un cuento en el que la belleza de su entramado ha hecho que el turismo se convierta en uno de sus principales motores económicos.
Es el equilibrio entre la piedra de sus calles y la naturaleza. Es la mezcla entre la tranquilidad que da verde de su vegetación y el día a día de sus casi 300 habitantes. El rumor del agua que resbala por el curso de la riera de Rupit y la oferta turística que enamora al visitante. Este pequeño pueblo medieval es sin duda, un destino perfecto para pasar unos días.
Este pueblo medieval forma parte del municipio de Rupit y Pruït y que está formado por ambos pueblos, siendo el núcleo que mayor población y actividad tiene.
¿Cómo llegar? Este precioso pueblo se encuentra a aproximadamente una hora y media de Barcelona y se puede llegar tanto en coche como en transporte público y en tren. Al ser además un destino muy turístico y cada vez más visitado, la oferta de alojamientos que tienes para elegir es bastante amplia, contando con hoteles con encanto con vistas al río y casas rurales para alquilar con los mejores servicios y vistas de Cataluña, así como encantadoras cabañas entre la naturaleza.
¿Qué lugares hay para ver en Rupit?
Empezamos por las emociones fuertes y las mejores vistas, y te llevamos hasta su famoso puente colgante desde el que se observa el río a la perfección. Si quieres conocer el pueblo, esta es la mejor entrada y además una de sus señas de identidad.
Paseando por sus calles, la piedra te acompala a cada paso. Muchas de las casas tienen en su fachada el año de construcción, conservando esa esencia de lo medieval. La primera visita puede ser la iglesia de San Miquel, en la que podrás disfrutar de las vistas del pueblo desde dentro en su campanario, al que se puede subir. Desde este lugar parte una ruta que te llevará hasta uno de los puntos naturales que ver sí o sí: el Salt de Sallent, que es el salto de agua más alto de Cataluña y uno de los lugares perfectos para hacer fotos.
Muy cerca se encuentra la Plaza Mayor, que es el punto de mayor actividad y donde vas a poder disfrutar de la gastronomía tradicional en sus restaurantes con vistas hacia el resto de las fachadas, con bonitos balcones decorados con flores.
En la parte más alta, a la que puedes llegar siguiendo sus empinadas calles, nos encontramos las ruinas de lo que fue su antiguo castillo, muy cerca de la plaza de los Caballeros, que era donde se reunían los habitantes más pudientes del pueblo. No dejes de contemplar las casas de oficios: te sorprenderán la Casa del Boticari y la Antigua Herrería.
Rupit contaba además, con una lista de hasta doce molinos de diferentes épocas, de los que destacamos el Molino de Marandes que data del siglo XVII.
Si viajas hasta aquí, tienes que comprar algunos de los productos típicos como los embutidos y los dulces de la zona. Un perfecto souvenir para una perfecta experiencia de turismo.