Casa Herrero

Esta casa rural, situada en el pueblo oscense de Oto, te traslada a un entorno rural excepcional y muy cerca de la frontera con Francia. Aquí podréis venir a pasar unos días de absoluto relax en el que la calma y la tranquilidad están garantizadas.

Seguro que después de un tiempo de mucho trabajo, el estrés del día a día y toda la carga que sintáis sobres vuestras espaldas estáis buscando un lugar de descaso. Pues no busques más porque lo acabas de encontrar y aquí podréiás venir a pasar unos días bien en pareja, como con amigos o con la familia.

Hay a vuestra disposición todo tipo de estancias que van desde las habitaciones dobles, pasando por los apartamentos con capacidad desde los 2 hasta las 6 personas. Aquí encontraréis un lugar donde recargar esas pilas que te hacen falta para afrontar una nueva época de trabajo, y donde te lo pueden dar todo hecho para que tu descanso esté garantizado.

A este descanso se pueden unir tus mascotas, pues está permitida su estancia y donde son bien recibidas.

En esta casa rural, recientemente restaurada puedes observar sus fachadas de piedra vista, tan típicas en esta zona de Huesca. Lo mismo ocurre con sus amplias ventanas y sus balcones, todos decorados con vivas flores y que le dan un toque de color a su exterior.

A través de su puerta de madera entramos a una de las zonas comunes, la recepción, donde os recibiremos y os ofreceremos, además de la mejor de sus sonrisas, toda la información que necesitéis. Desde aquí se ven la escalera por la que se sube a las diferentes estancias y dormitorios. Una escalera que combina un pasamanos de madera con baldosas de mármol, lo que se le da una mezcla de calor y frescura. Por toda ellas es fácil encontrar diferentes tipos de flores frescas.

La decoración de cada una de las habitaciones, así como la de los apartamentos, mezcla la tradición con la modernidad. Encontramos en ella tanto paredes de piedra vista, como alegres tonos que decoran sus paredes. En el techo es frecuente ver espacios abuhardillados y rematados en madera.

Todos estos elementos le dan a la casa un toque acogedor que os hará sentiros como en vuestro propio hogar. No lo dudéis más y venid con los vuestros a pasar unos días maravillosos.

El pueblo de Oto, en el que encontramos esta casa rural, está junto al Parque Nacional de Ordesa el segundo parque nacional con mayor antigüedad en el país. Se extiende a lo largo de 15.000 hectáreas, que alberga más de 1.000 tipos de flores. Además, por él se mueven a sus anchas marmotas o quebrantahuesos.

Por todo el Parque así como por el Monte Perdido se pueden hacer distintas excursiones como rutas de senderismo con las que conocer este paisaje natural lleno de tranquilidad y de sosiego.

Y en el mismo pueblo de Broto podrás visitar la Iglesia del siglo XVI, y característica por su llamativo portón. Aquí se une la arquitectura gótica aragonesas junto con el estilo del Renacimiento. El campanario hace siglos funcionó como signo de defensa.