Casa Spa de la Agueda

Casi en el centro de Peñaflor, en Sevilla, a 200 metros del río Guadalquivir, encontramos esta encantadora casa rural, que nos sorprenderá por cómo su moderno equipamiento se ha conjugado perfectamente en una casa rústica de estilo andaluz de principios del siglo XX.

La casa fue restaurada en diciembre de 2011, siguiendo la línea arquitectónica y decorativa de las casas típicas andaluzas, empleando materiales recuperados en los techos de madera, el suelo y los azulejos, de forma que es una réplica exacta de una casa del siglo XX. Sus muebles antiguos han sido rescatados y restaurados, otorgándole a la casa esa atmósfera rústica en cada rincón, que no discute con la tecnología y comodidades modernas.

Está catalogada como Bien de Interés Cultural, puesto que se alza en el antiguo emplazamiento del castillo de Peñaflor y conserva parte de la muralla almohade del siglo XII.

Sus 3 habitaciones dobles disponen de amplias camas de matrimonio e individuales, para albergar a un total de 6 huéspedes en el alojamiento. Son habitaciones luminosas, con vistas a diferentes partes del pueblo. La decoración es sencilla, y se ha elegido una ropa de cama diferente para cada dormitorio, dotándolos de su propio estilo.

En el salón rústico encontraremos una blanca chimenea de leña, rodeada por sofás cómodos con varios cojines y grandes ventanas que dejan pasar la luz a raudales. Hay asimismo una televisión de pantalla plana, orientada para ser vista desde todos los sillones. En la casa disponemos de wifi gratis, así que podemos convertir esta estancia en un perfecto lugar de reuniones donde descansar, acceder a internet o ver la televisión.

Pasamos a la cocina, que se encuentra en la misma estancia; está perfectamente equipada y dispone de un horno y lavadora, por lo que no solo no echaremos en falta electrodomésticos para cocinar, sino que también podremos mantener la ropa limpia y preparada.

En el exterior encontramos la estancia más interesante de la casa: aquí está el patio, con baldosas grises, mobiliario de jardín y un magnífico jacuzzi azul, al estilo de una fuente, al fondo del patio. Un parral arroja sombra sobre el porche, y a un lado está la barbacoa, para preparar estupendas comidas al aire libre, con el rumor de la fuente como banda sonora.

En 5 minutos andando se puede llegar al centro de Peñaflor, y visitar las murallas que rodeaban la ciudad. También de gran interés son El Higuerón, una construcción prerromana de los siglos V-II a.C, y Celti, un yacimiento arqueológico romano de una antigua ciudad. Son muchos también los edificios religiosos con encanto, como la Ermita de Villadiego, con un torreón de estilo mudéjar.

La cercanía del Guadalquivir posibilita el acceder a sus aguas, y seguir su ribera por las diferentes localidades que se asientan en sus márgenes.

Al norte, a 10 minutos en coche, podemos encontrar La Puebla de los Infantes, una localidad en el límite entre Sevilla y Córdoba. Es la antesala del Parque Natural de Sierra Norte, y en sus inmediaciones podemos regocijarnos con paisajes tan maravillosos como el Embalse de José Torán, con zonas de baño y pesca.

A casi idéntica distancia quedan el Parque Natural Sierra Norte, de Sevilla, y el Parque Natural Sierra de Hornachuelos, en Córdoba. Anímese a visitar ambos, comparar sus paisajes y recorrer las villas que prosperan entre cumbres y arboledas, jugando a encontrar las diferencias y similitudes entre ellas.

En una hora puede llegar a Sevilla, la capital de Andalucía, una ciudad luminosa con un vastísimo patrimonio cultural e histórico, en el que destaca la Giralda. Córdoba, por otra parte, se encuentra a 56 kilómetros, y es una ciudad donde diferentes civilizaciones dejaron una huella profunda, de lo que dan fe la Mezquita-Catedral y el Puente romano sobre el Guadalquivir.