Hotel SPA La Casona de Cosgaya

Si queréis disfrutar de un antiguo edificio antiguo, este es perfecto. Su construcción fue en el siglo XVI, aunque se ha remodelado, para que así, podáis disfrutar de estancias perfectas.

Además, el entorno no es nada envidiable, pues desde aquí podréis admirar la belleza de los Picos de Europa.

Y, por eso, en este hotel en el pueblo de Camaleño, te ofrecen planes especiales con acceso al spa del hotel. Disfruta debajo de los chorros de agua, o cierra los ojos un segundo e imagínate en un baño turco, dándote unas duchas de contraste o siente cómo te dan un masaje facial. Si te gusta lo que sientes ¿por qué no darte este capricho?

Aunque igual prefieres tener solo acceso a la piscina exterior, pues también es un buen plan. Desde ella, y mientras te refrescas, verás los Picos de Europa de fondo. Será el baño más natural de tu vida.

En cuanto al hotel en sí, tiene un total de 13 habitaciones distribuidas en 3 plantas y todas dobles. Se diferencian entre sí en el baño, ya que algunas tienen hidromasaje, otras son superiores y culminamos con la suite llamada “El Urogallo”. De hecho, todos los dormitorios tienen nombres de animales.

Para los inquilinos nada mejor de buena mañana que un completo desayuno pasiego, con productos de la zona y auténticos sobaos. Avisamos, o eres de buen comer, o te costará terminarte uno.

Y para las comidas y las cenas el hotel dispone de un restaurante, abierto al público. Aquí podrás degustar ricos platos y muy típicos de Cantabria y acompañarlos con un buen vino directos de la bodega del hotel.

En este entorno montañoso, y muy cerca de Asturias, vemos pasar el río Deva rodeado de la Cordillera Cantábrica en la que además de los Picos de Europa está la Sierra de Peña Sagra.

Por esta zona encontrarás diferentes monasterios que visitar. Uno es el de San Martín de Turieno, otro cercano el de Santa María de Piasca y el más famoso y visitado de todos es el de Santo Toribio de Liébana. Lugar de mucha peregrinación de fieles católicos para ver un fragmento de la Cruz de Cristo y que la han traído desde Tierra Santa.

En cuanto a la gastronomía de la zona no debes olvidarte de probar un buen cocido montañés, y si te queda espacio en el estómago, un poco de quesada de postre. ¡Muy rica!