Hostal rural Los Alisos

Nuestro hostal rural se encuentra en el pueblo de Navalonguilla, a menos de una hora de Salamanca donde descubrimos esta construcción cuyo origen es reciente.

Para mantener la esencia rústica, se han bordeado las puertas y ventanas con auténtica piedra, lo que le da ese toque tradicional al nuevo edificio.

En total dispone de 10 habitaciones dobles, todas con maravillosas vistas a la Sierra de Gredos.

Despiértate con el sonido de los pájaros cantado, sin necesidad del despertador, viendo desde la cama la más pura naturaleza y olvidando los ruidos de las ciudades y puede que hasta las vistas que tienes desde tu casa del vecino de enfrente, que… por muy majo que sea, no se pueden comparar con las montañas.
Cada dormitorio es de un color diferente, todos en tonos nude, para no ser demasiado llamativos y transmitir una mayor calma y relax.

Todas las habitaciones, que tienen un baño privado con ducha, siguen una cuidada y minimalista decoración. 

Los muebles de madera, como son los armarios, cabeceros o mesitas de noche, han sido elegidos con mucho mimo y pensando siempre en la comodidad del cliente.

Pensando en su descanso, en algunos dormitorios hay también pequeñas zonas de relax con cómodos sofás.

Bajo este ambiente familiar hay un salón común para todos los huéspedes donde poder sentarse junto a la chimenea. Aquí pasarás un rato agradable, disfrutando de una buena charla con tu o tus acompañantes; además te lo pasarás en grande con los juegos de mesa que hay disponibles.

Y para que descanses todo lo que puedas y más, olvídate de cocinar y disfruta de los auténticos platos tradicionales de la zona en el restaurante del que disponemos. Es comida casera elaborada con productos frescos.

No te lo pienses más y ven a pasar unos agradables días de relax.

Para los amantes de la nieve y el esquí esta casita y su pueblo pueden resultar muy atractivos.

A poco más de 20 minutos en coche, está la estancia de La Covatilla, donde podrás practicar tus bajadas durante el invierno, y pasear en los meses de primavera y verano.

Aquí el descanso está asegurado y el relax comienza a entrar en tu cuerpo en cuanto caminas por los bellos parajes del lugar lleno de flores y con una rica fauna.

En verano también puedes refrescarte en las piscinas naturales de la Garganta de los Caballeros, por ejemplo.

Y para llenar el estómago un plato de patatas revolconas, un buen chuletón o una sopa castellana.