Casas Rurales con Chimenea en Ribeira Sacra

Estuvimos alojados el pasado fin de semana en esta bella casa. Recibimos un trato genial de los dueños en el que no faltó ningún detalle, la habitación en la que estuvimos muy limpia, calentita y acogedora; como las zonas comunes. El jardín es increíble para poder gozar de la calma del fantástico sitio en el que se halla la casa.

Estuvimos en el puente de noviembre y fue una experiencia fantástica. Carmen y Manolo son fabulosos, buen gente y te facilitan la vida ,Manolo lo sabe todo sobre la zona y Carmen cocina para chuparse los dedos, cocina sana , de calidad (todo lo hace ella: el pan ,las mermeladas, las leches vegetales..), con mucha inventiva y además de esto con mucho amor,,,para nosotros era tan apasionante descubrir los lugares fabulosos que nos recomendaba Manolo como descubrir los platos que nos cara Carmen.

Se trata de una casa muy amplia y muy cómoda, ideal para grupos numerosos. Además de un gran cuidado en todos los detalles en cuanto a menaje, electrodomésticos y decoración creo que uno de los mayores aciertos es la distribución: en la vivienda vacacional principal están las habitaciones, un comedor amplio y una cocina (como digo muy bien equipada en todos los sentidos) y en un edifcio anexo (me imagino que un antiguo pajar) un enorme y acogedor salón con chimenea donde poder estar hasta las mil sin molestar en absoluto a los que necesiten dormir.

Estuvimos dieciseis personas en este puente del 1 de Mayo, ocupando dos de las tres casas libres. Si las nuestras eran bonitas, agradables y muy sosegadas, la otra no quedaba atras (para nuestro gusto la más bonita, que Rodolfo nos enseñó). Se hizo cuesta arriba el tener que dejarlas tan pronto. Ya se comenta en regresar, pues todos gozamos de los juegos, bicicletas, jardines y barbacoa que están a predisposición de todos.

Hemos estado el fin de semana del 18-20 de noviembre cinco matrimonios con siete niños en la casa Chavellas. Solo se puede decir una cosa: perfecto, a la vivienda vacacional no le falta detalle, las habitaciones preciosas, muy bien aprovechadas, los espacios comunes, lo mismo, una gran mesa al lado de la chimenea para las sobremesas, los jardines cuidadísimos, los niños disfrutaron de todo, del entorno, de la palleira, del alojamiento rústico.