Casas Rurales con Piscina en Sa Pobla/la Pobla

Lo más resaltable es la calurosa acogida de Isabel, Roberto y sus hijos, singularmente Isabel, que hizo buenísimas migas con nuestras hijas y todos nos hicieron sentir como en casa, con unas muy agradables tertulias, con un trato amable y con una insuperable atención a la más mínima necesidad y geniales consejos para visitar la isla, donde ir a comer o bien a cenar, etcétera La piscina a última hora de la tarde, tras un día de playa o bien de excursiones por la isla, se agradece enormemente.

Esta casa queda céntrica en la isla, muy cerca de Sineu, con lo que es fácil llegar a todas partes. Y a la vez queda alejada del mundanal ruido, entre animales domésticos y vegetación mediterránea. El alojamiento en el que hemos estado es cómodo, sencillo y con encanto, ejemplo de una muy buena adaptación de arquitectura antigua a las necesidades del turista rural actual.

Estuvimos 3 días alojados en Es Racó la pasada primavera. La casa de campo parecía tener más de un siglo de antiguedad pero perfectamente acondicionada, cómoda y restaurada con un sinfín de detalles rústicos y típicos de la vida rural de antaño. Los propietarios, muy amables, nos enseñaron los trucos de la vivienda vacacional. El entorno es espectacular, en medio de la Serra de Tramuntana, cerca de playas vírgenes como Sa Calobra y Cala Tuent, pudimos realizar diferentes excursiones por el entorno ya que existen diferentes rutas.

He repetido este año una estancia en este alojamiento, en el que me alojé hará un par de años. He podido comprobar que los gestores que lo llevan ahora son gente joven, con muchas ganas. Han mejorado el jardín, la atención es más personal y la comida del restaurante ha pasado a ser excelente. Además, se ve que las instalaciones están cuidadas y que ponen mucho empeño en ir mejorando los pequeños detalles que hacían de él un alojamiento que estaba bien, pero que no “mataba”. Ahora podemos decir que se trata de una masía muy recomendable. Y lo mejor: lo que no ha cambiado es el remanso de paz en el que te sumerges nada más entrar.